El gobierno asturiano reaccionó ayer ante la publicación de las balanzas fiscales, una espita abierta por la Comunidad de Madrid pero que también agitó Extremadura con conclusiones bastante diferentes. El Principado no es partidario de ese ránking y menos de que se mezcle por parte de algunos gobierno regionales con la negociación del sistema de financiación autonómica. El ejecutivo de Javier Fernández no quiso echar más leña al fuego pero rechazó la clasificación divulgada por Madrid que mide la diferencia entre los impuestos recaudados en cada territorio y las aportaciones realizadas por el Estado a las diferentes comunidades autónomas.

La balanza fiscal divulgada por la Comunidad de Madrid, gobernada por el PP, sitúa a Extremadura como el territorio con mayor superávit, un 21%, entre los impuestos que aporta a la "caja común" y los fondos que el Estado destina a cada autonomía. Asturias sería la segunda comunidad autónoma más favorecida, con un superávit del 12,3%, por delante de Castilla-La Mancha (12,2%), Canarias (10,6%), Castilla y León (8,9%) y Galicia (8,8%). En el lado opuesto de la balanza, el de las regiones peor paradas y con déficit fiscal estarían la comunidad autora del estudio, Madrid, con un déficit del 8 por ciento, Baleares con un déficit del 6,4 por ciento y Cataluña, con un balance negativo del 5,5 por ciento. El gobierno madrileño empleó para el cálculo de estas balanzas el método denominado de carga beneficio, propuesto por el economista asturiano, Ángel de la Fuente, investigador del CSIC, que consiste en imputar a cada comunidad la parte proporcional de los gastos generales del Estado.

La balanza del gobierno extremeño parte de criterios diferentes a los de Madrid y se basa en datos oficiales de 2013, según los cuales Cataluña sería la autonomía con mayor financiación por habitante, con 3.273 euros por delante de Valencia, Baleares y Cantabria mientras que Madrid sería la peor situada, con 1.800 euros por cada habitante; Extremadura sería la décima y Asturias la séptima en ese ranking. La comunidad extremeña es una de las cinco aliadas de Asturias en la reivindicación de que el futuro sistema de financiación mejore la ponderación del envejecimiento ya la dispersión del territorio, por tratarse de factores que encarecen la prestación de servicios.

El consejero asturiano de Presidencia, Guillermo Martínez, rechazó ayer categóricamente la conexión de las balanzas fiscales con le negociación de la futura financiación. "La reclamación de las balanzas fiscales la iniciaron los nacionalistas catalanes y ahora Madrid se apunta a ese tipo de estudios pero Asturias no admitirá que se vinculen con el modelo de financiación".