Uno de los primeros debates que tendrán que afrontar los diputados electos, antes de la sesión de investidura, es el de las retribuciones económicas de los parlamentarios y los medios materiales con los que contarán los grupos políticos. La eliminación de "privilegios" ha sido una de las promesas de Podemos, que cuenta con nueve diputados. Los parlamentarios de la formación de Pablo Iglesias plantearán que todos los representantes asuman su compromiso de retribución: tres veces el salario mínimo interprofesional, un salario que podría ampliarse si el diputado tiene "cargas familiares". Tienen además la intención de reducir a la mitad el número de asesores, y el objetivo de que ese ahorro se dedique a su "plan de rescate ciudadano".

La propuesta supondría reducir casi a la mitad los salarios actuales que cobran los diputados, al menos las retribuciones pactadas en la legislatura que acaba de finalizar. Según el último acuerdo retributivo de los cargos electos de la Junta, el salario bruto mensual del presidente del parlamento era de 4.878 euros, mientras que los miembros de la mesa con dedicación absoluta cobraban 4.550, lo mismo que los portavoces parlamentarios. El portavoz adjunto de cada grupo recibía de salario 4.226 euros, y un diputado de base, con dedicación absoluta (todos tienen derecho a tenerla, pero pueden renunciar a ella si quieren compatibilizar su dedicación política con otras actividades que reciban el visto bueno de compatibilidad) cobraba 3.902 euros. Con la propuesta de Podemos, el salario base, neto, sería de 1.935 euros.

El debate se tendrá que abordar tras la constitución de la mesa de la Junta, cuando se dedica la composición de las comisiones, y la organización interna de la Cámara. Algunos diputados electos de otros partidos consideran demagógica la propuesta de Podemos. "No es de recibo que un parlamentario que defiende una ley en la tribuna, y que tiene esa responsabilidad, cobre menos que el ujier que cambia el agua".