El piloñés Alejandro Sánchez Ruiz dejó sus 25 años en el asfalto. La desgracia se cruzó en su camino en la Autopista del Cantábrico, en la A-8, a la altura de Trasona (Corvera). Pasaban unos minutos de las siete de la mañana, aún noche cerrada.

Tras sufrir un choque leve con un vehículo articulado que iba delante, el automóvil de Sánchez Ruiz, un Opel Vectra, quedó cruzado en uno de los carriles por los que circulaba en sentido a Galicia. El joven salió entonces de su vehículo para advertir por teléfono al 112 del suceso. Entonces fue atropellado por otro turismo, según la Guardia Civil. Todo ocurrió en apenas ocho minutos.

Alejandro Sánchez vivía en Infiesto con su pareja, Carolina González Buria. No tenían hijos. Trabajaba en una empresa forestal y era natural del barrio de La Viña, en la localidad piloñesa de Fresnosa, de la parroquia de Anayo. Su muerte causó ayer un enorme impacto entre sus vecinos y amigos piloñeses.

El joven vestía en el momento en el que se produjo el fatal atropello su chaleco reflectante reglamentario y había colocado el triángulo de preseñalización para advertir de que su coche (matrícula 7563 FLL) estaba detenido en la calzada, según los datos aportados por la Guardia Civil de Tráfico.

En medio de la calzada

Nada pudo sin embargo frenar el infortunio. Alejandro Sánchez Ruiz falleció en la carretera, en las proximidades del arcén hasta el que se había desplazado a pie para proteger su vida. Un turismo -un "Mini One"- intentó supuestamente esquivar el Opel Vectra parado en la calzada y, como consecuencia, atropelló mortalmente al joven de Piloña.

Las causas del trágico siniestro están todavía pendientes de determinar y la investigación depende de la Guardia Civil de Gijón. Los agentes trabajaban ayer con la hipótesis de que Alejandro Sánchez Ruiz habría colisionado por alcance levemente con un camión articulado en el kilómetro 400 de la Autopista del Cantábrico, en el ya referido término municipal de Corvera.

Supuestamente el camionero, sin identificar, no se percató del golpe, por lo que continuó su marcha en sentido a Galicia. "En ningún caso se trata de un conductor dado a la fuga", recalcaron fuentes próximas a la investigación. Por contra, el vehículo del joven piloñés quedó ocupando de forma oblicua el carril central derecho de la calzada. Situación muy peligrosa. La Guardia Civil analiza ahora la causa que impidió a Alejandro Sánchez conducir su coche hasta el arcén y estacionarlo en lugar menos vulnerable al impacto de otros vehículos. Luego todo sucedió muy rápido. A esas horas, a la altura del pantano de Trasona, la luz era aún muy escasa y el tráfico era moderadamente intenso.

La noticia de su atropello mortal corrió ayer como la pólvora en Infiesto, donde fue uno de los principales temas de conversación entre sus vecinos. La capilla ardiente de este querido piloñés ha quedado instalada en la sala 2 del tanatorio de Infiesto. El funeral de cuerpo presente se celebrará esta tarde, a las cuatro, en la iglesia de Anayo. Acto seguido sus restos serán inhumados en el cementerio parroquial.