El Campeonato de Asturias de pinchos y tapas, que comenzó la pasada semana, continúa batiendo récords y ya se ha convertido en uno de los eventos gastronómicos de mayor envergadura a nivel nacional.

No hay duda de que el Principado es una de las comunidades españolas con la mejor gastronomía en formato reducido, y desde el pasado 4 de marzo hasta este domingo, día 13, 172 establecimientos de 29 municipios de la región compiten por llevarse el máximo galardón del Campeonato de Asturias de tapas y pinchos: "La Montera Picona de oro", que en la pasada edición recayó en La Sastrería, de Gijón, y su propuesta "Empanada de cebiche".

De esos 172 participantes en este regional, 86, justo la mitad, son establecimientos hosteleros de Gijón. Todos ellos, cada año con más dedicación e ilusión, se afanan en elaborar propuestas novedosas e innovadoras que logren la aceptación no sólo del jurado del campeonato, sino también del público, quizás el juez más exigente e importante. Una de las recetas que más éxito están teniendo es de un local de Gijón. Bautizada como "Equinoccio de primavera", consta de teclas de patata rellenas de bonito, coronadas con una espuma de mahonesa y un yin-yang de guisante y zanahoria, además de una carrillera y bolita de pato. Una auténtica delicia tanto para la vita como para el estómago.

Quien aún no lo haya probado, tiene hasta el domingo para hacerlo. Se "come con los ojos", y su sabor no deja a nadie indiferente.

El jurado especializado del certamen se reunió el pasado jueves para catar los doce pinchos y tapas seleccionados por los 60 jueces que se desplazaron a principios de semana a los diferentes concejos asturianos para catar todas las propuestas. Aunque la suerte ya está echada, aún quedan dos jornadas para seguir disfrutando de las recetas a concurso. Puede que este año el primer premio vuelva a quedarse en Gijón. Opciones, como dirían los gallegos, "haberlas, hailas".