Sin lugar a duda, de todas las instalaciones que conlleva un edificio, la instalación solar térmica, lo que todos conocen como paneles solares, es la instalación a la que menos importancia se le da, considerando muchas veces que no sirve para nada porque no funciona, y para qué pagar el mantenimiento.

Es una instalación relativamente reciente en España, pues su uso se regularizó a raíz de la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación (CTE), en septiembre de 2006. Se trata de una energía renovable y este código prescribe qué porcentaje debe aportar a la instalación de agua caliente sanitaria, dependiendo en qué zona de España se encuentre. En el caso de Asturias, hay que garantizar, como mínimo, que el 30% del consumo de agua caliente se aporta por medio de paneles solares.

Como es obvio, los paneles solares necesitan la energía del sol para funcionar. Son, por tanto, estas fechas, con quince y dieciséis horas de luz natural, la época del año en la que más rentabilidad se les puede sacar.

¿Por qué se le da tan poca importancia a las instalaciones de paneles solares? Una primera razón es que de forma errónea se cree que, como en Asturias son pocos los días de sol, no merece la pena cuidar las instalaciones solares. Creencia absolutamente errónea. Es cierto que el Principado tiene menos horas de sol que otras zonas de la Península, pero la región registra más horas de sol anuales que cualquier zona del centro y norte de Europa. Cuando se visitan esos países, puede comprobarse que la mayoría, si no todas las viviendas, tiene instalados paneles solares en sus cubiertas. Parece un contrasentido que sus habitantes vengan a tomar el sol a Asturias y se encuentren que en el Principado no se usa para nada esa energía.

Cuando una instalación solar no funciona, la mayor parte de los usuarios no lo notan en el servicio. Esta es, sin duda, otra razón para no darle importancia a esta instalación. No se deja de tener agua caliente si la instalación solar no está funcionando, porque siempre hay una instalación "principal" que está dando esa prestación. No se aprecia en el servicio, pero sí en el consumo, y, como en la mayor parte de los casos, nunca o casi nunca han funcionado correctamente esas instalaciones solares. No se sabe que se está pagando más, para alegría de las compañías suministradoras y comercializadoras de combustibles.

Además, la instalación solar térmica, como cualquier otra instalación, tiene que llevar un mantenimiento. Otro coste más para los propietarios, que, como se ha dicho previamente, en contadas ocasiones apreciaron en sus bolsillos el ahorro conseguido con la instalación solar de su cubierta. Todo esto aún se difumina más en instalaciones de edificios de multiviviendas, cuando los propietarios piensan que eso no lo pagan ellos, sino la comunidad vecinal, como si esta última fuese un ente en el que ellos no tienen nada que ver.

¿Cuándo pueden saber los usuarios que están sacando el máximo rendimiento a su instalación solar? Pues muy fácil, cuando el combustible no lo paga la comunidad de propietarios, sino la empresa que lleva el mantenimiento del edificio. Es decir, las denominadas empresas de servicios energéticos. Estas empresas se comprometen por contrato a garantizar un ahorro de las instalaciones a su cargo, suministrando ellas el combustible, llevando el mantenimiento de todas las instalaciones y, en muchos casos, dando incluso garantía total de equipos y componentes. Son, pues, las primeras interesadas en que una instalación solar funcione y esté correctamente mantenida para garantizar que una parte de ese consumo se aporta por medio de una energía gratuita y no contaminante. El usuario final tiene asegurado un ahorro y un consumo de energía útil anual, siendo la empresa de servicios energéticos la que se tiene que preocupar para sacar el máximo rendimiento a esas instalaciones solares. Al fin y al cabo, sus beneficios empresariales van en ello, ya que es, como se decía, la que paga el combustible. En otras palabras, si la instalación solar no entra en funcionamiento o lo hace de forma deficiente, es la instalación convencional de gas, gasóleo o cualquier otro carburante la que tiene que entrar aportando el combustible para garantizar el suministro. El problema lo tiene la empresa de servicios energéticos.

Uría Ingeniería de Instalaciones, como empresa de servicios energéticos, sabe que las instalaciones solares térmicas funcionan correctamente cuando están mantenidas adecuadamente, y que son una importantísima mediada de ahorro, incluso en zonas como Asturias, como así le consta en todas las instalaciones a su cargo.

Uría Ingeniería de Instalaciones

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