Un monitor de remo condenado por un delito de abusos sexuales a menores impartió clases durante el último curso en el entro de tecnificación de Trasona (Corvera). El Tribunal Supremo ha ratificado esta semana la condena de cuatro años de prisión para J. M. B.. de 58 años y natural de Vigo, por tocamientos a una menor en Sevilla en 2013. "Al contratar a cualquier entrenador comprobamos el certificado de delitos sexuales, antes aún de que fuera obligatorio hacerlo, y el suyo era correcto", explicó ayer el presidente de la Federación Asturiana de remo, José Manuel Álvarez de Linera.

Los hechos se remontan al 23 de mayo de 2013. Entonces J. M. B., que fue cuatro veces olímpico como remero y dos como técnico, dirigía los entrenamientos de un grupo de remeros del Club Natación Banyoles, de Gerona. Durante una competición en Sevilla, el monitor se ofreció a masajear a la menor, que tenía molestias musculares en la espalda, en la habitación del hotel y, una vez allí, le hizo tocamientos de carácter sexual, según explica la sentencia de la Audiencia de Sevilla, que ratifica ahora el Tribunal Supremo. Después de que la joven denunciara los hechos, el entrenador fue destituido de su cargo en el club gerundense, en el que era director técnico y primer entrenador de la sección de remo.

El monitor ejerció en Trasona durante la temporada pasada, que terminó en septiembre. "Con nosotros no tiene ninguna relación desde el final del curso pasado. Yo mismo soy entrenador y padre, el primer interesado en que todo sea correcto soy yo así que le ponemos mucho cuidado a este tema", afirmó el presidente de la Federación Asturiana. "Mientras estuvo aquí, no tuvimos ni la más mínima sospecha de un comportamiento ilícito por su parte, como creo que no los hubo durante los años que estuvo antes en Galicia que nosotros sepamos", añadió Álvarez de Linera.

Tras cumplir la pena de cárcel, el acusado estará cinco años en libertad vigilada durante los que no podrá acercarse a menos de 200 metros de la víctima, a la que pagará 3.000 euros de indemnización.