Casi uno de cada diez niños y adolescentes asturianos vive del salario social. En total son 10.070 menores los que se benefician de esta renta mínima del Principado que en la actualidad cobran 20.873 titulares, pero del que se benefician sus familias, unas 45.000 personas. Otro dato: el 60,8% de sus beneficiarios son mujeres con hijos a su cargo. Para muchos es "el último recurso" cuando no se encuentra trabajo y se han agotado todas las ayudas por desempleo.

Estos son algunos de los datos que arroja el estudio "Evolución socioeconómica del salario social", en el que se analiza la evolución de esta prestación y de la sociedad desde que se implantó en el Principado en 2005. Se trata de una herramienta diseñada para atender a 7.000 familias, que eran las que entonces estaban en riesgo de exclusión social. Pero llegó la crisis, profunda y prolongada, y la cifra se triplicó.

Según el informe, el 89,5% de los beneficiarios del salario social son españoles con una edad media de 45 años en el caso de los hombres, y de 46 en el de las mujeres. La mayoría presenta un nivel formativo bajo.

Esta prestación "se ha comportado como el último recurso para 45.000 personas en Asturias, un 4,5% de la población del Principado", afirmó la consejera de Servicios y Derechos Sociales, Pilar Varela. Ayer presentó el análisis sobre el salario social a los grupos con representación en la Junta General y también en la mesa de Innovación y Sostenibilidad Social del pacto de concertación suscrito entre el Gobierno, la patronal FADE y los sindicatos CC OO y UGT.

El estudio también va a acompañado de un análisis de las medidas de incorporación al empleo vinculadas al salario social. En él se indica que el 87% de los beneficiarios participaron en medidas relacionadas con el Servicio Público de Empleo y que como media han participado en 3,5 medidas. Sin embargo, las medidas formativas son escasas.

El informe también refleja el impacto económico del salario social en la economía regional. Es decir, se trata de un dinero público que se entrega a los beneficiarios y hay que ver cómo revierte de nuevo en el Principado. Pues en el año 2015 se destinaron al salario social 101 millones de euros, de los que el 92% volvió a repercutir en la economía Asturias porque se gastó aquí, y en término de empleo, el equivalente son 1.800 puestos de trabajo.

Un problema a resolver es que al haberse triplicado el número de beneficiarios y solicitantes, los recursos humanos y materiales para atender la demanda se han quedado escasos.

El portavoz de Bienestar Social del Grupo Parlamentario Popular, Matías Rodríguez Feito, calificó de preocupante la "insuficiente coordinación entre los servicios sociales y los de empleo, así como que el seguimiento de los planes personalizados no se realiza con la frecuencia y la intensidad recomendables".