Adrián Barbón, alcalde de Laviana y uno de los principales nombres del pedrismo en Asturias, trasladó ayer su "profundo respeto" por la decisión de Javier Fernández de no volver a optar a la secretaría general del partido en Asturias. "Se abre un tiempo nuevo en la Federación Socialista Asturiana", aseguró Barbón, quien no dejó pasar la oportunidad de reconocer "el buen trabajo desempeñado por Javier Fernández en estos 17 años", y avanzó que todavía le espera "una tarea importantísima, como es la gestión del gobierno regional, que merece todos los esfuerzos de los socialistas asturianos".

Aparcando rencillas, el secretario general del SOMA, José Luis Alperi, otro significado seguidor de Pedro Sánchez, publicó un mensaje en la red social Twitter relativo al papel del hasta ahora secretario general de la FSA y aún presidente de la gestora del PSOE: "Decir Javier Fernández es decir socialismo con mayúsculas en Asturias", se limitó a afirmar.

El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, expresó su convicción de que Fernández tenía la decisión tomada "desde hace mucho tiempo" y subrayó, para desligarla del resultado de las primarias, que renunciar a continuar al frente de la FSA es "normal y natural, incluso creo que estatutariamente no podría continuar". "Es algo que tenía que ocurrir", concluyó.

Al pasar a la oposición decae el entusiasmo del balance entre deseos de que la decisión del todavía secretario general de la FSA no afecte a la estabilidad política de la región. Tras mandar por delante su "respeto", la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, confía en que "Asturias no se resienta como consecuencia de los acontecimientos internos en el PSOE, que no siga paralizada ni sea una moneda de cambio entre unos y otros en el ámbito del socialismo asturiano". Que "pasada la digestión de determinadas cuestiones que sucedieron, se gobierne para el interés general", concluye.

También el portavoz de IU en la Junta, Gaspar Llamazares, dirige el balance hacia la esperanza de que "la nueva situación no debilite aun más a un gobierno ya débil". Reincidiendo sobre lo dicho tras la renuncia anunciada esta semana por el consejero de Empleo, Francisco Blanco, Llamazares renueva su petición de que el presidente del Principado haga "un balance autocrítico y relance la apuesta de apertura por un cambio hacia la izquierda, abandonando el abrazo del oso presupuestario del PP".

Sin abandonar para la despedida la actitud de frontal enfrentamiento con Javier Fernández, el secretario general de Podemos en Asturias, Daniel Ripa, sostuvo ayer que el presidente del Principado no renuncia con el deber cumplido al liderazgo del PSOE en Asturias. A Fernández, enlaza el diputado, "lo ha tumbado su pacto con el PP, el trabajo mal hecho y los casos Marea, Musel, Villa y GITPA. Lo ha agotado una corrupción que ha esquilmado las arcas públicas mientras hay escolares obligados a estudiar en barracones por la escasez de recursos económicos en la educación, entre otros muchos casos inaceptables", remata. Ripa ve "la gota que ha colmado el vaso" en su "fallida labor" al frente de la gestora y asegura que "lleva cinco años sin hacer nada por Asturias" al frente de "un Gobierno vago, que sigue sin aprobar iniciativas que en algún caso comenzó a tramitar en 2012".