Ya son demasiadas las agresiones (sobre todo a jóvenes) en la noche, cuando se deduce que se van a divertir. ¿Divertir?, no sé de qué manera, acaban muchos drogados, con cogorzas que parecen piltrafas. Mientras sus padres escondidos de ellos, cabeza bajo las sábanas cuando llegan a casa por no encontrarse con el marrón y afrontar como se merece la situación. Esa dejadez y cobardía de padres luego les pasará factura, en forma de hijos matones baratos que pegarán palizas por el simple placer de demostrarse a sí mismos que son unos energúmenos de cuidado; incluidos a los padres si les tratan de parar los pies demasiado tarde, cuando debieran haberlo hecho años atrás.

Vemos cómo los jueces lo arreglan con multas simples, cuando la seguridad de todos está en serio riesgo. Nosotros o nuestros hijos, cuando vayamos de fiesta, cuando acudamos a ver un espectáculo deportivo, como un partido de fútbol (sea de noche o a pleno día), podamos ir solos, en compañía de la pareja, mujer, marido y niños, sin el temor a sufrir la violencia de esos perfectos imbéciles mal criados: ya sean niños de papá, forofos, ociosos o mafiosos.

Son cobardes, ya que lo hacen en grupo, pero es igual que fuera uno solo el agresor, no se puede ir por la vida de "perdonavidas" sin que la Justicia actúe con contundencia.

Las personas deben poder salir, estar a cualquier hora sin temer ser provocadas o agredidas. Por ello las autoridades, nuestros políticos y, sobre todo, nuestros jueces deben ser implacables con este tipo de casos. Se repiten con demasiada frecuencia. ¡Ya es hora de empezar a tomar medidas, políticos de mentira! Luego vemos a esos energúmenos que cuando se presentan ante el juez parecen corderitos, lo cual da pie a que el juez les marque una pena casi de correctivo de menores, que aunque lo fueran... ¡ya está bien!

Siete jóvenes agreden en Gandía a otro de la manera que vimos en el vídeo: patadas en la cabeza, cuerpo y sin miramiento; a esos cobardes los exonera el juez con mil euros de multa cada uno. ¿Cómo mil euros? Cárcel y 10.000 euros, verás cómo para otra se piensan muy bien cualquiera de esos mierdas volver a imitarse a sí mismos.

Aquí en Asturias en estos meses ya son varios los casos. Dicen que las condenas no deben ser ejemplarizantes, sino justas. Creo que toda condena tiene que ser ejemplarizante para el que comete el delito y para que otros sepan a qué atenerse, de lo contrario si les sale regalado delinquir es una opción sin mucho riesgo para los muchos violentos y matones de bajo perfil (pero muy dañinos) que camparán a sus anchas.

Es el resultado de una educación demasiado permisiva. No pueden los jóvenes disfrutar de tanta permisibilidad, ya que mañana nos arrepentiremos todos, pero será tarde.