"No somos empresarios al uso, nuestro trabajo dentro del Consejo Regulador de la Sidra tiene mucho de altruista, y nos pesa el corazón, lo que nos tira es la tierra. Los asturianos somos así". Lo dice Celestino Cortina, "Tino", lagarero, hombre de pocas palabras pero de fuertes convicciones, que ayer se emocionó y emocionó a los que le escuchaban al recibir el "Asturiano del mes" de LA NUEVA ESPAÑA. Al acto acudió acompañado de algunos de sus compañeros del Consejo Regulador con los que trabaja a diario desde abril de 2016, fecha en que Cortina asumió la presidencia de este Consejo. "Un buen equipo", asegura, y eso se nota.

Se detecta un aire nuevo dentro del sector sidrero, y así lo ensalzó la directora de LA NUEVA ESPAÑA, Ángeles Rivero, que asistió a la entrega de la distinción acompañada de Eduardo Suárez, gerente del periódico. Rivero ensalzó la labor del Consejo Regulador de la Sidra y explicó que, "si LA NUEVA ESPAÑA es el periódico de Asturias y la sidra es la bebida oficial de esta región, somos el maridaje perfecto. Con este galardón queremos reconocer el esfuerzo, la dedicación y el talento de este equipo; desde la llegada de Tino a la presidencia se percibe un sector más fuerte y más unido".

Futuras generaciones

El premio entregado por LA NUEVA ESPAÑA, añadió Cortina, es un aliciente para seguir trabajando con entusiasmo y confiando en que las "futuras generaciones estarán más formadas que nosotros y tomarán el relevo de nuestros llagares sabiendo mucho más de lo que nosotros sabemos ahora". El lagarero intuye que en el sector de la sidra "lo mejor está por venir, viendo la ilusión, el empeño y la unión de este Consejo Regulador".

Tino Cortina no quiso pecar de inmodestia, pero sí reconoció que este galardón es un premio merecido: "Lo merecemos de verdad, pero no yo, el sector. Y lo agradecemos enormemente".

Desde el Consejo Regulador la gran lucha es ahora la profesionalización del sector, que va desde la formación de escanciadores -no son simples camareros, tienen que conocer las diferentes variedades de sidra y saber ofrecerle al consumidor sidra asturiana con denominación de origen- hasta la apuesta por la sidra brut, que este año ha alcanzado una producción de 46.000 litros, pero a la que desde el Consejo Regulador vaticinan un larguísimo recorrido porque puede competir en el mercado con los mejores cavas.

Cortina reconoció que no es sencillo unir al sector, pero ahora hay una buena base. "Tenemos voluntad de trabajar con el mismo objetivo. Espero y confío en que dentro de diez o veinte años, ojalá más pronto que tarde, se cumpla algo que me dijo una vez alguien, y es que en Asturias no nos damos cuenta de que fuera de aquí somos reconocidos como la auténtica Meca de la sidra. A mí cuando alguien me dice eso se me ponen los pelos de punta, como llagarero y como asturiano. Tenemos que liberarnos de todos los complejos si es que todavía nos quedan algunos".