El PSOE bloqueará con su abstención el dictamen de la Junta General que exige ya la cooficialidad del asturiano mientras arrecia la polémica sobre la llingua con acciones inéditas como el gran pataleo que se produjo el domingo en el Teatro Campoamor cuando sonaba una locución en asturiano para rogar el apagado de los móviles con motivo de la obra "Pelléas et Melisande", un mensaje que también se ofreció en castellano y en inglés sin el menor reproche.

El debate sobre el futuro del asturiano ha vuelto a irrumpir en la agenda política regional. Mañana acaba el plazo en la Junta para presentar alegaciones al dictamen de la comisión sobre la llingua que reclama "el inicio en el más breve plazo posible" de la reforma del Estatuto de Autonomía para la oficialidad de la llingua.

La posición del PSOE será determinante para la suerte que corra el dictamen de la comisión especial del asturiano, que incluye la cooficialidad entre sus conclusiones. Podemos e IU dejaron claro que apoyan la cooficialidad de modo inmediato mientras que el PP y Ciudadanos dejaron patente su negativa. Foro lamenta el "uso electoralista de unos y otros" pero en principio admite que no hay el consenso necesario sobre la cooficialidad. Si los catorce diputados socialistas no apoyan la cooficialidad, los 14 escaños que suman Podemos e IU serán insuficientes frente a los 17 del PP, Foro y Ciudadanos.

El portavoz del PSOE en la Junta, Marcelino Marcos Líndez, no concretó ayer el sentido del voto de su grupo pero de sus palabras se desprende que los socialistas no apoyarán, al menos a corto plazo, la reforma estatutaria para la cooficialidad. "En el PSOE hay unas resoluciones congresuales y hace menos de tres años se presentó a las elecciones con un programa electoral. Nuestra posición al respecto es evidente", manifestó Marcos Líndez al término de la junta de portavoces.

Sus palabras encajan con la hoja de ruta que avanzó el pasado mes de noviembre el secretario general de la Federación Socialista Asturiana, Adrián Barbón, quien se comprometió a llevar la oficialidad en el programa electoral para 2019 y a impulsar la reforma del Estatuto -donde se debe materializar ese cambio- aunque pudiera fracasar la de la Constitución.

Para Mercedes Fernández, la protesta del Campoamor refleja que "la cooficialidad del bable no es demandada ni sentida" y que "es faltar a la verdad afirmar que existe una mayoritaria demanda social en su defensa". La presidenta del PP regional sostiene que la oficialidad "implicaría consecuencias en la vida de la gente y obligatoriedad".

Por el contrario, Emilio León, de Podemos, realizó defensa de "los derechos de los asturfalantes a que puedan hablar en su lengua con libertad" y reprochó al PP que "no diga en otras comunidades, como Galicia, lo que dice en Asturias sobre la cooficialidad".

El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, dejó entrever su malestar por el pataleo contra el asturiano en el Campoamor: "es triste lo que ocurrió en un acto cultural, donde por una parte se valora la cultura universal y por otra se degrada la cultura propia".

Cristina Coto, la presidenta de Foro, afirmó que "la polémica crece porque se alimenta" y acusó a otros partidos de utilizar la oficialidad de "arma arrojadiza con el fin de sacar réditos electorales".

Nicanor García, de Ciudadanos, rechazó la cooficialidad "porque no es una demanda prioritaria y tiene un coste económico importantes" al tiempo que defendió profundizar en la ley de uso y promoción del asturiano".