El parte médico de los heridos en el grave accidente de autobús ocurrido el 3 de septiembre en Avilés, y que causó cinco muertos, es alentador. Una de las mujeres que permanecía ingresada en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), de 44 años, recibió el alta médica durante el pasado fin de semana tras una exitosa operación que realizaron cirujanos del servicio de Maxilofacial. La herida presentaba lesiones internas en la cara.

Asímismo, según fuentes próximas a la familia, la salud del conductor del autobús evoluciona "bien", aunque el alcance de sus heridas es lo bastante grave como para que los médicos mantengan toda la cautela sobre su recuperación y las posibles secuelas. La Guardia Civil está precisamente a la espera de la recuperación del conductor para tomarle declaración y completar así esa parte fundamental del informe que será entregado en el juzgado de Avilés designado para instruir la causa que dirima las responsabilidades del fatídico accidente.

La investigación, no obstante sigue su curso y, como ya había adelantado la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, se presenta "larga". Según fuentes de la Guardia Civil, los investigadores han vuelto a analizar esta semana los datos del tacógrafo del autobús, que en primera instancia hubo de ser examinado con ayuda de un microscopio al presentar una inoportuna mancha que dificultaba la lectura de la velocidad a la que iba el autobús en el momento del impacto contra uno de los pilares de un paso elevado.

No obstante, la velocidad no parece ser la causa que explique el accidente (a este respecto los investigadores se decantan por una indisposición del conductor), sino más bien la gravedad del mismo: a 80 kilómetros por hora (la velocidad estimada de impacto) el golpe es equivalente a una caída libre desde un octavo piso.