La dirección nacional del PP arropó ayer a Francisco Álvarez-Cascos en la comparecencia ante la comisión de investigación en el Congreso sobre la presunta financiación ilegal de su antiguo partido, del que fue "número dos" en la etapa de José María Aznar.

El actual vicepresidente de Foro llegó al Congreso acompañado de Teodoro García Egea, el nuevo secretario general del PP nacional. Álvarez-Cascos declaró que nunca conoció "nada ajeno" a la "contabilidad oficial" del partido y calificado de "intachable" el comportamiento de los extesoreros Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta. "Jamás tuve constancia de una contabilidad paralela", dijo ante la comisión del Congreso, donde también definió como "siempre muy correcta" su relación con Bárcenas y Lapuerta. En otro momento, negó haber entregado 10 millones de euros a Bárcenas como el extesorero del PP declaró ante el juez Pablo Ruz: "No he recibido esa cantidad de dinero ni en este momento ni en ningún otro". De los sobresueldos, dijo no haber introducido ningún cambio. En su caso, además de su sueldo, primero de senador y después de diputado, cobraba una cantidad como secretario general del Grupo Popular primero y después como 'número dos' del partido hasta entrar en el Gobierno. La comisión vivió momentos de tensión entre la diputada del PP, Beatriz Escudero, y el, portavoz de ERC, Gabriel Rufián. La parlamentaria popular llamó "imbécil" al diputado catalán después de que éste se refiriera a ella como "palmera", Mientras, Cascos sonreía.