Demasiadas copas encima y al volante. Una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico con base en Luarca sorprendió el lunes de esta semana a un conductor circulando por la Autovía del Cantábrico con ocho veces la tasa de alcohol permitida para estos profesionales. Fue fácil saber que algo no iba bien con este conductor: circulaba dando bandazos de izquierda a derecha de la Autovía. No hubo un accidente de milagro.

Eran las once y media de la noche del lunes. A la altura del kilométrico 441 de la Autovía, en el concejo de Cudillero, los agentes observaron que un camión no dejaba de dar bandazos en los carriles, en zig-zag. Comenzaron a seguirlo, y tres kilómetros después, a la altura del kilómetro 434, consiguieron darle el alto sin peligro para los otros conductores.

Al proceder a la identificación del conductor del vehículo articulado, los agentes de Tráfico comprobaron que presentaba claros síntomas de estar bajo la influencia de bebidas alcohólicas, por lo que se le realizaron las pertinentes pruebas de alcoholemia. El resultado habla por sí mismo: 1,26 miligramo de etanol por litro espirado en la primera prueba y 1,27 miligramos en la segunda, ocho veces la tasa máxima permitida para los conductores de estos vehículos.

Al constituir esta acción un delito contra la seguridad vial, los componentes de la Guardia Civil procedieron a inmovilizar el vehículo. Las diligencias instruidas fueron remitidas al Juzgado de Pravia.

La Guardia Civil está prestando especial atención a los conductores de vehículos pesados y de transporte de viajeros, y han sido detectados conductores con tasas de alcohol especialmente elevadas.