El científico Carlos López Otín "es el buque insignia de la Universidad de Oviedo; sería muy preocupante que nos abandonase". Con estas palabras rompió ayer un silencio de más de veinte días el Rector, Santiago García Granda, tras la campaña "de acoso insoportable" denunciada por el propio catedrático de Biología Molecular a raíz de la retirada de ocho artículos de investigación de la revista "Journal of Biological Chemistry". García Granda aseguró, antes de presidir en el Edificio Histórico el acto de toma de posesión de 74 nuevos cargos académicos, que están "seguros" de que el profesor Otín volverá a dar clases en Asturias el próximo 4 de marzo -como adelantó LA NUEVA ESPAÑA- tras su estancia de un año en París. Ahora bien, apostilló, "lo que no sabemos es lo que va a pasar en el futuro". "Nosotros no podemos obligar a nadie a estar aquí. Pero si hubiera ataques personales, lo defenderemos", añadió.

Hasta ahora, García Granda y su equipo rectoral no habían hecho más manifestaciones que las plasmadas en un comunicado el pasado 28 de enero, día en el que se hizo pública la retirada de los artículos científicos de Otín. Entonces, el máximo representante de la institución asturiana mostró su "total apoyo" al prestigioso investigador y corroboró la "solvencia" de sus publicaciones. Pero después de esa nota se hizo el silencio. Hasta ayer; el Rector aprovechó un acto en el paraninfo para defender la figura del bioquímico y "agradecer", de paso, la labor de "los grupos de investigación, del personal y del estudiantado, que con rigor y enorme sacrificio trabajan por el normal desarrollo de la actividad académica".

Sobre la polémica que envuelve al catedrático de Biología Molecular -que esta misma semana publicó una nueva investigación sobre una terapia génica para frenar el envejecimiento acelerado-, Santiago García Granda se reafirmó "en la integridad moral" de sus investigaciones, "como así demostró el comité de ética de esta universidad". "Para nosotros está fuera de duda su labor científica y la validez de sus investigaciones", remarcó. No obstante, apostilló, "la Universidad de Oviedo no desea entrar en ningún tipo de polémica ni mediática ni a través de redes sociales" y recordó que "las discrepancias científicas deben dirimirse en los ámbitos científicos".

Con respecto a la situación de acoso que sufre Otín -desencadenada en algunos casos por "colegas" de la Universidad, como señaló en una entrevista concedida a este periódico-, Granda tiró de dicho popular para lanzar un mensaje de advertencia: "Quien a los suyos menosprecia, a sí mismo se desprecia". Y garantizó que "si hubiera ataques personales, los defenderemos como defendemos siempre a nuestra institución de cualquier ataque o calumnia que venga del exterior". Eso sí, matizó, "nosotros no podemos obligar a nadie a estar aquí y no lo hacemos; él (Otín) tiene que decidir y valorar".

Virus en el bioterio

Virus en el bioterioEl Rector también se refirió al virus que obligó en mayo de 2018 a sacrificar 6.000 ratones del bioterio del campus del Cristo, el 70% de ellos pertenecientes al equipo de Carlos López Otín. "Como ya se explicó, se trató de una infección vírica que afecta a ratones, y que no se transmite ni afecta a personas, con lo que no entraña ningún riesgo para la vida humana. Como consecuencia de dicha infección, que es un evento común en este tipo de instalaciones, se tomaron las medidas que el protocolo indica", profundizó. "Afortunadamente -concluyó- se logró, después del trabajo intenso y el denodado esfuerzo del personal, restablecer la normalidad en septiembre de 2018. Desde entonces, el bioterio está realizando sus actividades con absoluta normalidad, una vez superado este lamentable incidente, que es el único de estas características que se ha producido en sus diez años de funcionamiento".