La huelga de transportistas de mercancías peligrosas en Portugal, que está afectando a la distribución de combustibles en el país, está complicando las vacaciones y los desplazamientos de muchos turistas, entre ellos familias asturianas que habían programado viajes coincidiendo con las vacaciones de Semana Santa. Un ejemplo son varias familias gijonesas que se desplazaron al país vecino con motivo de un campeonato de surf en el que van a participar deportistas de la región. Una viajera relató el bloqueo sufrido esta madrugada ante una gasolinera del norte del país, con largas colas de usuarios y control policial para poder solventar la situación.

Las últimas informaciones cifran en más de 2.700 las gasolineras en Portugal que presentan hoy falta de gasóleo. La cifra, en permanente actualización por parte de la plataforma Voluntarios Digitales en Situaciones de Emergencia, aumenta desde primera hora de la mañana, cuando las filas de más de media hora para abastecer vehículos empezaron a multiplicarse por todo el país. La zona de Lisboa es la más afectada, con alrededor de 800 gasolineras afectadas principalmente por falta de gasóleo, que ya no se encuentra en casi 1.500 estaciones de servicio de Portugal.

En el país rige desde anoche la situación de alerta por crisis energética tras una primera hornada de huelga de transportistas que causó estragos en aeropuertos como el de la capital, que dejó de recibir combustible alrededor del mediodía de este martes, obligando a varios aviones a parar en aeropuertos españoles para repostar.

El Gobierno portugués declaró ayer jueves que el país está en situación de alerta por crisis energética, debido a la huelga de transportistas, una medida que permite movilizar a militares y fuerzas de seguridad para garantizar el abastecimiento de combustible. La declaración de alerta también obliga a los conductores de vehículos pesados a ayudar con el transporte de combustibles si fuese solicitado por las autoridades y da prioridad a las fuerzas de emergencia y seguridad a la hora de repostar.

Antes de estas medidas excepcionales, el Gobierno portugués ya había aprobado en consejo de ministros la llamada "requisición civil", un instrumento legal que permite blindar unas operaciones mínimas para garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales.

Este instrumento, que el Ejecutivo del socialista António Costa sólo había utilizado una vez en casi tres años de medio de legislatura (con el paro de enfermeros), fue accionado porque no se están cumpliendo los servicios mínimos decretados antes de la huelga.

La huelga de los transportistas de mercancías peligrosas está causando estragos especialmente en los aeropuertos, entre ellos el de Lisboa, que dejó de recibir combustible el pasado mediodía. La gestora aeroportuaria ANA admitió que la situación podría afectar a las operaciones aéreas y, según medios locales, varios aviones han tenido que realizar paradas en aeropuertos españoles para repostar.

Al final de la tarde, un grupo de camiones cisterna con combustible escoltado por las autoridades salió en dirección al aeropuerto desde las instalaciones de la Companhia Logística de Combustíveis (CLC) en Aveiras de Cima, a unos 50 kilómetros.

La huelga de los transportistas de mercancías peligrosas arrancó el lunes y se prolongará por tiempo indeterminado, está convocada por el Sindicato Nacional de Transportistas de Mercancías Peligrosas, que exige que se cree una categoría profesional específica para estos trabajadores.