La tecnología V2G, del inglés Vehicle-to-grid, que traducido al español equivaldría a "Del Vehículo a la Red", supone reinventar el concepto de coche eléctrico como exclusivo acumulador energético, significa darle una nueva dimensión dentro del esquema global de la red eléctrica.

Por definición, el coche eléctrico cuenta con un motor que prescinde de carburantes fósiles en favor de la energía eléctrica. Esta electricidad procede de la red eléctrica doméstica. Gracias a los puntos de recarga, los coches eléctricos incorporan la energía cuando se encuentran conectados a la red eléctrica y acumulan en sus baterías la energía para, posteriormente, ser utilizada mientras el vehículo está en un desplazamiento.

Esto supone beneficios directos al usuario del coche eléctrico que pueden ser desde los económicos, al ahorro energético, gracias al hecho de poder elegir los horarios de recarga de su vehículo, o introducir a su coche como fuente de energía, lo que supondrá que la red eléctrica bonificaría este aporte de electricidad.