El Ministerio de Educación no planea cambios en el calendario ni el formato "preferentemente presencial" del nuevo curso escolar, en vísperas de la reunión que mantendrá con los consejeros de todas las autonomías, que está prevista para el próximo jueves. Mientras tanto, la consejera de Educación, Carmen Suárez, prosiguió ayer los contactos que mantiene en las últimas semanas con los alcaldes para conocer la disponibilidad de espacios en cada municipio en el caso de que los centros educativos fueran insuficientes para atender las mayores demandas de espacio que requerirá la aplicación de la distancia interpersonal entre los alumnos.

El Ministerio de Educación "no valora ninguna modificación" de instrucciones sobre el calendario de inicio del curso, que está previsto como suele ser habitual para el mes de septiembre, ni sobre la instrucción de que las clases sean presenciales, "como principio general", según explicitó ayer mediante una nota, en la que, en cambio, precisó que la fecha de comienzo de las clases es competencia de cada comunidad autónoma. "De hecho, el curso no comienza el mismo día en todo el territorio, ni este curso ni ningún otro", añadió Educación.

La estrategia que asegura seguir el Ministerio de Educación fue la pactada el pasado mes de junio en un acuerdo del que únicamente se desmarcaron la Comunidad de Madrid y el País Vasco. En aquel momento, la situación sanitaria de la pandemia había mejorado gracias al confinamiento de dos meses y el riesgo de un escenario de rebrotes no se preveía hasta el otoño, pero el incremento de la movilidad, asociada al verano, ha provocado un rápido incremento de casos positivos en el conjunto del país hasta un punto que ha obligado a retomar medidas y restricciones. La evolución de la pandemia del covid-19 ha cambiado y ahora la conferencia sectorial programada para este jueves entre el Ministerio de Educación y los consejeros del área de las 17 comunidades autónomas se presume decisiva para el arranque del curso 2020-21.

Aunque Asturias es una de las comunidades autónomas con menor incidencia de rebrotes, el inicio del nuevo curso preocupa, de ahí que la pasada semana se hayan adoptado nuevas restricciones, que afectan sobre todo a la hostelería y el ocio nocturno, así como a la prohibición de fumar en calles y espacios públicos cuando no resulte posible guardar la distancia interpersonal. Las consejerías de Educación, Sanidad y la Vicepresidencia del Gobierno están muy pendientes de los acuerdos que se adopten en la Conferencia Sectorial de Educación de este jueves, de la que debe salir una estrategia conjunta frente al coronavirus para el nuevo curso 2020-21. Mientras tanto, la consejería de Educación ya ha anunciado que hará un cribado masivo, con pruebas PCR a todo el profesorado y uso obligatorio de mascarillas en el aula a partir de los 6 años, además de la distancia de seguridad entre alumnos de metro y medio.

El sindicato ANPE planteó ayer la necesidad de un protocolo unificado para todo el país, que contenga "medidas sanitarias y de distanciamiento físico". Este sindicato de profesorado cree que esa unidad de actuación "evitaría la disparidad de criterios" adoptados por los distintos gobiernos autonómicos. ANPE rechaza participar en una huelga, señala la contratación de más profesorado como medida que permita "realizar grupos más reducidos de alumnos" y propone implantar el servicio de enfermería escolar en todos los centros, además de un plan de digitalización por si el curso 2020-21 tiene que ser semipresencial o con cierres parciales o totales. CSIF ve "difícil" que el curso pueda empezar con normalidad en Asturias por el retraso en la contratación de interinos y reclama pruebas PCR "continuas", que permitan una detección temprana de los casos de covid-19 en los centros.