Las agencias de viajes asturianas ya han empezado a recibir consultas de cara al verano, aunque todavía de manera muy tímida y con escasas reservas, debido a la incertidumbre sobre qué pasará después del 9 de mayo, si se levantará o no el estado de alarma o si habrá nuevos cierres perimetrales. Priman los destinos nacionales, pero las ganas de viajar y la necesidad de reactivar el sector turístico se traduce en la obligación de innovar. Y, así, en Asturias está empezando a coger auge la oferta de los “viajes burbuja”: propuestas personalizadas y privadas para conocer otro país con un chófer-guía propio.
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“Hay desconfianza, pese al ritmo de las vacunas, y por eso las consultas no se convierten mayoritariamente en reservas. Los clientes están a la espera de ver qué pasa en las próximas semanas, y sobre todo después del estado de alarma”, aseguró el presidente de los Operadores turísticos y agencias de viajes (Otava) en Asturias, Íñigo Fernández.
Las escasas reservas que realizan los asturianos para viajar son con la condición de que se puedan cancelar sin coste alguno para el cliente, y que esas cancelaciones se puedan realizar además hasta una fecha próximo a inicio del viaje. “Quien viaja exige seguridad, y ahora no la hay. Nadie sabe qué va a pasar y lo que se está transmitiendo es desconfianza. La mayoría de las personas que consultan lo que reclaman es flexibilidad, incluso pagando un poco más”, añadió el presidente de Otava en el Principado.
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El perfil de quienes empiezan a consultar a través de las agencias de viajes son mayoritariamente grupos familiares y de amigos, y alguna pareja. “Las personas de más de 60 años no consultan. Expresan su deseo de poder viajar, pero no se atreven pese a que ya están vacunados, o lo estarán todo para el verano”,
La mayoría de los destinos por los que preguntan los asturianos son nacionales, en la costas de forma mayoritaria, y especialmente villas y apartamentos, o bien hoteles con piscinas grandes y espacios amplios.
También hay quien plantea viajar al Caribe o a alguna isla exótica, como Maldivas. Pero lo que sí detectan los profesionales del sector es que están cobrando fuerza los bautizados como “viajes burbuja”. Se trata de circuitos personalizados y privados para un grupo determinado de personas.
Por ejemplo, si un grupo familiar o de amigos decide viajar a Grecia haciendo rutas turísticas para conocer determinados monumentos y ciudades mediante un “plan burbuja”, al llegar a su destino le estará esperando un taxi, furgoneta, o microbús con un chófer que hará de guía durante su estancia. Así, todo estará organizado, incluida la estancia en el hotel y los horarios, para evitar en la medida de lo posible visitas en horas punta y aglomeraciones.
“Hay que adaptarse, ser flexibles y buscar soluciones para poder empezar a trabajar y que se mueva la economía. Pero será difícil. Nosotros seguimos cerrados, y atendemos las consultas desde casa, pero de momento no hay negocio. Muchas consultas pero que no se traducen en reservas. Esperemos que desde los gobiernos, nacional y regional, se empiecen a transmitir mensajes de seguridad y optimismo para que la ciudadanía tenga confianza y se comience a mover la economía”, aseguró Fernández.
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Las agencias de viajes llevan cerradas desde el pasado mes de octubre, después de un verano que les permitió el año pasado conseguir unos ingresos “justos para abonar facturas”. El presidente de Otava aseguró que ya han cerrado más de una veintena de oficinas en el Principado desde el inicio de la pandemia. Para intentar insuflar algo de optimismo, confían en que se repita o mejore la actividad de los meses estivales de 2020 y en los viajes del Imserso, “de los que no se sabe nada”.
El interior de los bares
El Ejecutivo regional permitirá la apertura del interior de bares y restaurantes hasta las once de la noche “en cuanto pueda”, teniendo en cuenta que la vacunación va a buen ritmo y que el número de contagios está estabilizado, aseguró el vicepresidente del Gobierno, Juan Cofiño. “Somos muy sensibles a la situación de la hostelería, que está sufriendo mucho porque lleva con restricciones muchos meses. En cuanto podamos tomar medidas que nos permitan conciliar la seguridad vital de los ciudadanos con la apertura paulatina de los establecimientos, lo haremos”. Eso sí, Cofiño eludió hablar de fechas y, como el Cholo Simeone (entrenador del Atlético de Madrid), pidió prudencia y, en lugar de ir “partido a partido”, se actuará “día a día, día a día”. Añadió que “en algún momento será posible, es el mayor deseo de los hosteleros y también de la ciudadanía, que vamos a los bares”.
Representantes del Gobierno regional y de las patronales FADE y Otea mantendrán nuevas negociaciones esta semana con el objetivo de analizar la evolución de los contagios y la posibilidad de que se pueda abrir en el interior de los bares hasta las once de la noche, lo que les permitiría recuperar las cenas.
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Las autoridades sanitarias insistieron ayer en que, además de la evolución de los contagios, que se mantienen estables en torno al centenar, se tienen en cuenta más variables, como las tendencias y la presión asistencial en los hospitales. “Esperemos que la apertura sea más pronto que tarde”, señaló Juan Cofiño.
Los actos multitudinarios
La Comisión de Salud Pública tendrá hoy sobre la mesa otro documento de debate al objeto de encontrar un acuerdo para celebrar actos multitudinarios. La pretensión del Ministerio de Sanidad es que, en las provincias con una incidencia acumulada a 14 días superior a los 250 casos, no se celebren actos “culturales, deportivos, religiosos” ni “festivales o conferencias” en los que “se agrupa un elevado número de personas”, tanto en el exterior como en el interior de recintos.
Pero el documento va más allá y se pretende buscar fórmulas para la reactivación progresiva de eventos y actividades multitudinarias estableciendo medidas preventivas y de control hasta que mejore la situación epidemiológica. En el documento de discusión elaborado por Sanidad se apunta a eventos de los más diversos ámbitos, como culturales, deportivos, religiosos o festivales, entre otros, y considera estas situaciones de riesgo de transmisión de coronavirus.
La propuesta del Ministerio considera que sería necesario pactar recomendaciones comunes para la planificación y organización de eventos y actividades multitudinarias en el conjunto del país. Y, en el caso del nivel de alerta 4, aboga por cancelar este tipo de eventos. Esto podría provocar la suspensión del festival taurino organizado por Isabel Díaz Ayuso, y en que se prevé un aforo de 6.000 personas, para el 2 de mayo.