“Oro rojo”, la otra mina asturiana del mar

La región, con Cantabria la mayor productora de ocle de España, alterna dos métodos para su obtención: extracción y recolección

Descarga de ocle, en el puerto de Candás, días atrás, al abrirse la temporada.

Descarga de ocle, en el puerto de Candás, días atrás, al abrirse la temporada. / V. DELGADOVíctor DELGADO

V. DELGADO

Asturias es junto a Cantabria el mayor productor de España del alga gelidium, conocida popularmente como el ocle. Se trata de una especie de entre 40 y 50 centímetros, que prolifera en aguas frías como las del Cantábrico y que se localiza normalmente entre los dos y los doce metros de profundidad.

Mucha gente se queja de la gran cantidad de algas que hay en las playas al final de los veranos, pero tal vez desconozcan que estas especies pueden llegar a ser muy valiosas en diferentes campos. En este caso, los usos del ocle son muy variados: las moléculas de este alga pueden servir para la obtención de medicamentos, pero también para la fabricación de cosméticos o como gelificante en productos de alimentación. Este sinfín de aplicaciones ha hecho al ocle ganarse el sobrenombre del “oro rojo del Cantábrico” y cada vez son más las empresas interesadas en su compra, tanto españolas como del extranjero.

La recogida del ocle se puede llevar a cabo de dos maneras: mediante la técnica de arranque o mediante la técnica de arribazón, y ambos procesos tienen sus defensores y sus detractores. José Manuel Rico (Decano de la Facultad de Biología) es una de las personas que más sabe sobre el ocle en Asturias y ha relatado a LA NUEVA ESPAÑA cuál es el proceso para extraer las algas: “La recogida está regulada por la Dirección General de Pesca entre julio y septiembre, pero puede adelantarse o retrasarse en función de las olas y los temporales”.

Siguiendo el orden cronológico, la primera técnica que se realiza es la de arranque, y ya inició su campaña el pasado 1 de julio. Esta forma de extracción, que solo está autorizada en Cantabria y Asturias, consiste en el envío de buzos profesionales a los fondos marinos, con el fin de obtener manualmente las algas.

Las cantidades de ocle que recogen los buzos también están limitadas; pese a que el ocle se trata de un recurso renovable, la regulación garantiza un equilibrio sostenible en el medio marino. Rico estima que mediante la técnica de arranque se obtienen en Asturias y Cantabria “entre 5.000 y 6.000 toneladas anuales de ocle”.

El trabajo de los buzos no se queda en la extracción, sino que también son los encargados de dejar un resto de biomasa para la regeneración del alga. La actividad del buzo es semiautónoma: su compresor va situado en la cubierta del barco y le suministra aire mediante mangueras. Una vez sumergido se produce la “poda” del alga dejando tres o cuatro centímetros sobre la base hasta la roca, desde donde crecerá la nueva. La principal ventaja del ocle obtenido mediante el arranque es que está libre de impurezas, algo que lo hace óptimo para trabajar con bacterias, sobre todo en el campo de la Microbiología.

Desde 2017, Asturias cuenta con 28 barcos autorizados para el arranque, que pueden acoger hasta a tres buzos cada uno. El organismo encargado de controlar la actividad extractiva es la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación, que además es la responsable de realizar estudios sobre las praderas marinas, instruir a los recolectores y coordinar a todos los agentes implicados.

La otra alternativa para la extracción del ocle es la técnica de arribazón, que consiste en recoger las algas en la playa (una vez son arrancadas de las rocas por los temporales de agosto y septiembre). Para recoger las algas de esta forma hay que esperar al final del verano, pero es un método que viene siendo utilizado desde hace siglos, principalmente entre las costas de Ribadesella y Llanes.

Según Rico, antes había muchos más recolectores: “La regulación antigua medía el espacio que tenía cada recolector en la distancia que abarcaba un rastrillo”. El ocle obtenido mediante el arribazón se destina a alimentación, ya que contiene impurezas y aparece mezclado con otras especies. Esta técnica destaca porque no tiene lonja de por medio, lo que hace más difícil averiguar las cantidades extraídas, que aún así siguen siendo superiores a las de la técnica del arranque.

Agar-agar, la molécula que sirve para purificar vacunas

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En una época donde las vacunas han cobrado gran importancia en la vida diaria, resulta llamativo que su purificación sea una de las propiedades del ocle, a través de su molécula agar-agar. La extracción de esta, realizada mediante procesos físico-químicos, es imprescindible como base de medios de cultivo de diagnóstico médico y requiere un alga limpia de impurezas. Asimismo, del agar se obtiene la agarosa, que además de para la purificación de vacunas sirve para medicamentos de terapias genéticas, fabricación de insulina o aislamiento y réplica de ADN.La buena calidad del agar-agar también depende de que el ocle tenga un crecimiento y explotación sostenibles y para ello es indispensable mantener la recolección mediante la técnica de arranque. De otra manera, la agarosa no sería aplicable en las industrias biomédica y biotecnológica. El precio de mercado del ocle oscila entre los 0.10 y 0.15 céntimos/kilo (alga húmeda) y los 1 y 2 euros/kilos (alga seca). El agar se encuentra en la pared celular de la planta y es lo que sale principalmente de las fábricas una vez se recolecta.De las empresas más importantes de Asturias en la extracción de la agarosa son Roko (con sede en el polígono de Silvota, Llanera) y Agar de Asturias (situada en Bricia, Llanes). Estas entidades lideran el sector en la región y dejan buena parte de su mercancía en el Principado, pero también se dedican a la exportación al extranjero, sobre todo a países asiáticos y a Marruecos. El agar-agar se puede extraer también de otro tipo de algas de la familia de las gracilarias, cultivadas en el sudeste asiático y Sudamérica. Este tipo de alga es más barata y cuenta con varias cosechas anuales, si bien no alcanza la calidad necesaria para ser aplicada en microbiología, algo que hace que la especie asturiana siga siendo única y una de las más cotizadas del mercado.

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