Lydia Espina tomó ayer posesión como nueva consejera de Educación tras la destitución de Carmen Suárez, que había ocupado dicho puesto durante los últimos dos años. La maliayesa de 47 años prometió el cargo en el Palacio Conde de Toreno de Oviedo, en presencia del presidente del Principado, Adrián Barbón, y del resto de consejeros que conforman el Gobierno, así como de su familia –su madre, su marido y sus hijos–. Fue un acto breve, donde no se pudo profundizar aún en cuáles serán las líneas que Espina tome en su nuevo puesto, pero donde sí se puso en valor el papel de la Educación como “un pilar básico del estado del bienestar” y dejó claro que su “principal prioridad es que el comienzo del nuevo curso se lleve a cabo de forma presencial”.

El presidente Barbón anunció el pasado 25 de julio el cese de Carmen Suárez, la anterior responsable de la cartera educativa y una figura muy criticada por la oposición y los sindicatos docentes. El cambio en el ejecutivo fue justificado aludiendo que la exconsejera solo se había comprometido a ocupar el cargo durante los dos primeros años de legislatura. Espina, que hasta hace unos días ocupaba la dirección general de Planificación e Infraestructuras Educativas, comenzó su discurso destacando el trabajo de la consejera saliente, quien no asistió a la toma de posesión. Los últimos dos años, marcados por la pandemia, han sido para Espina “el momento más difícil de la educación en Asturias”. Visiblemente emocionada, la consejera aseguró que su nombramiento es “un premio a toda una vida dedicada a la educación” y quiso agradecer al presidente Barbón la confianza depositada en ella: “Para mí es un honor, afronto este reto con mucha ilusión y con el plus de la experiencia que me ha dado mi carrera profesional”.

La nueva consejera dijo sentirse “preparada para cumplir las expectativas de la comunidad educativa”. Espina trabajó como maestra de Educación Primaria en diversos centros de la región y recalcó que no le faltará empatía: “Hace solo un año estaba planificando el primer curso pospandemia en el colegio Montevil de Gijón, del que era directora. Son ya muchos años en los que hemos vivido muchas cosas”. El salto de la maestra a la política vino de la mano de Alejandro Vega, alcalde de Villaviciosa, para el que también quiso tener un recuerdo en el acto de ayer. Vega la situó al frente de la Concejalía de Educación, Cultura y Deporte del Ayuntamiento y Espina dijo guardar grandes recuerdos de su andadura en la política local: “Defiendo mucho el municipalismo y mi pasado me ayudará a ser más cercana y a responder mejor”.

La consejera incidió, ya tras la toma de posesión, en que su “principal prioridad es que el comienzo del nuevo curso se lleve a cabo de forma presencial y que todo discurra con la mayor normalidad posible dentro de un entorno seguro”. Espina aseguró que con el ritmo de vacunación actual habrá un porcentaje importante de alumnos vacunados cuando se retomen las clases de Secundaria el 14 de septiembre. “Los profesores ya están todos vacunados y gran parte de los alumnos también lo estarán. El panorama es mucho mejor que el año pasado”, insistió.

En la agenda del nuevo equipo de Educación estará acabar con el malestar de alumnos y padres, además de suavizar la crispación manifestada en los últimos meses por los sindicatos de profesores. La nueva responsable educativa prometió “diálogo, escucha y empatía” para conseguir cohesionar a todos los sectores del ámbito educativo. Espina confía en hablar pronto con los responsables sindicales: “Son un eje vertebral como representantes del profesorado e intentaré tender puentes a la mayor brevedad posible”.

Pese a declarar que “aún no podía confirmar ninguna actuación a corto plazo”, Espina prometió que informará a la comunidad educativa en tiempo y forma de las decisiones que se vayan tomando. La digitalización será uno de los ejes vertebrales del mandato, ya que “con la pandemia ha llegado para quedarse y debemos vivir con ella de una forma normalizada”, destacó la nueva titular de Educación. La consejera también hizo referencia a la ampliación de la red de escuelas de 0 a 3 años y a la necesidad de potenciar la Formación Profesional: “Con la nueva ley educativa, la FP ha cogido mucha fuerza a nivel nacional y debemos estar preparados para todos los retos que se nos vienen encima en los próximos dos años”.