La fractura interna del grupo parlamentario de Ciudadanos ha quedado escenificada esta mañana en la primera sesión del debate sobre el estado de la región. La ruptura, largamente cocinada, quedó patente físicamente incluso en un cambio de escaños que desplazó el lugar habitual de la exportavoz Laura Pérez Macho hacia otro más alejado de sus compañeros. Ella firma junto a Armando Fernández Bartolomé el comunicado hecho público ayer en el que exigen a la dirección nacional de la formación naranja que clarifique su compromiso con la marca por encima de los comentarios que hablan de una agenda oculta en el partido para integrarse en el Partido Popular. El detonante de la salida ha sido el encuentro, la pasada semana, entre el que fuera secretario de Organización de Ciudadanos, Fran Hervías, y Álvaro Queipo, secretario de organización del PP asturiano.

La portavoz en la Junta, Susana Fernández, hizo evidente la quiebra cuando reconoció que no había hablado del asunto con sus dos compañeros. "No hablo todos los días con todos los diputados", justificó, después de asumir que el comunicado "nos sorprendió, no nos ha gustado" y de reafirmar su propio compromiso con el partido, igual que hizo ayer el portavoz autonómico, Nacho Cuesta. "Sigo y seguiré" en Ciudadanos, dijo Fernández, sin permitir "ninguna duda de mi lealtad al partido" y asegurando que las posibles medidas contra los firmantes del comunicado dependerá de los órganos internos.

Por su parte, la presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada, no quiso valorar directamente el comunicado publicado ayer, pero sí se ratificó en que "el PP está abierto a que todo aquel que quiera cambiar Asturias desde el centro derecha pueda participar en nuestro proyecto".