La fuerte subida de la curva pandémica de covid en Asturias se está reflejando en dos colectivos de población principales. Por una parte, los niños de 6 a 11 años. Por otra, el colectivo de ciudadanos en edades medias de la vida, con edades comprendidas entre 30 y 59 años, caracterizado por una intensa interacción social. Se trata de segmentos de población que aún no habían sido vacunados (los niños) o que están pendientes de recibir la dosis de refuerzo (los de 50 a 59 años comenzaron con el tercer pinchazo el pasado jueves).

La incidencia global del coronavirus en el Principado en los últimos catorce días es de 657 casos por cada 100.000 habitantes. La del grupo de 6 a 11 años es altísima, del doble, y las autoridades sanitarias confían en el impacto de la vacunación iniciada el pasado miércoles. El problema es que Asturias solo dispone este mes de 24.000 dosis infantiles, que se agotarán en breve, y deberá esperar hasta enero para completar la vacunación de los 60.000 menores nacidos entre 2010 y 2016.

Esta mañana se han registrado largas colas de coches en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para acceder al autocovid y realizar una PCR.

Largas colas de coches en el HUCA para hacer una PCR IRMA COLLIN

Sánchez quiere “intensificar acciones” frente al virus, pero descarta restricciones duras

Pedro Sánchez cree que ha llegado el momento de “intensificar las acciones” frente al virus, pero al mismo tiempo descarta volver a aprobar restricciones duras, que afecten a la libertad de movimientos. Durante una declaración institucional en Barcelona, donde este domingo participará en la clausura del congreso del PSC, el jefe del Ejecutivo ha convocado la Conferencia de Presidentes, que reunirá el próximo miércoles a todos los mandatarios autonómicos, y ha querido transmitir un mensaje de “tranquilidad y confianza” a la población, al tiempo de que advertía del “riesgo cierto y real” de esta sexta ola, marcada por la expansión de la variante ómicron, mucho más contagiosa que las anteriores.  

Volver a medidas tan severas como el confinamiento y los cierres perimetrales está descartado. Tras los varapalos del Tribunal Constitucional a los estados de alarma, el Gobierno debería recurrir en principio para estas iniciativas al estado de excepción. Y con la Navidad a la vuelta de la esquina, tampoco es que el Ejecutivo tenga mucho margen ni capacidad de reacción. Las decisiones se tomarán de forma conjunta con las autonomías, pero todo apunta a restringir el ocio nocturno y los interiores de la hostelería. De momento, la Comunidad de Madrid, como tantas otras veces desde el inicio de la pandemia, ya ha anunciado que está en contra de aprobar nuevas medidas.