Asturias, la región que necesita más gasto por kilómetro en las vías del Eje Atlántico

Las peticiones de la alianza del Noroeste para la infraestructura ferroviaria del Principado multiplican por más de cuatro la media inversora del corredor

corredor atlantico 2

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Asturias toma la delantera en el tren del Noroeste cuando la inversión estimada como necesaria para sacar todo el partido posible al Corredor Atlántico de mercancías ferroviarias se mide en relación con la longitud de las vías. La alianza del Noroeste, en la que los gobiernos del Principado, Galicia y Castilla y León desembocaron el viernes pasado en una sonora demanda de atención e inversión al Ejecutivo estatal, pide cantidades proporcionalmente muy superiores para el trazado asturiano que para los de las otras dos autonomías. En términos de coste por kilómetro de vía, los 2.759,6 millones de euros que se calculan para la sección asturiana del corredor salen a una media de 42,45 que rebasa muy ampliamente las de las otras dos regiones y multiplica por más de cuatro el promedio de toda la red, cuyo recorrido está por encima de los 880 kilómetros y requiere una inversión total de 7.784 millones de euros, a razón de casi nueve por kilómetro.

El análisis de diagnóstico técnico elaborado por la alianza de las tres comunidades se ha concentrado en la vertiente asturiana en los 65 kilómetros que separan Pola de Lena de Gijón, sin contar la parte correspondiente al Principado de la Variante de Pajares, que se considera ajena a la demanda de inversión por la proximidad de su entrada en servicio. Eso confirman fuentes de la entente constituida entre las tres autonomías para dar impulso al Eje Atlántico y tratar de equiparar su respaldo al que ya tiene el del Mediterráneo. Las vías analizadas y necesitadas de adecuación miden obviamente mucho más en Galicia (451 kilómetros) y Castilla y León (364,3), y como quiera que los cerca de 7.800 millones de inversión total estimada se distribuyen de forma más o menos equitativa entre las tres comunidades –los 2.759 de Asturias superan los 2.322 de Galicia y no llegan por poco a los 2.801 que se reclaman para Castilla y León–, la longitud mucho más escasa del recorrido asturiano lleva a la conclusión de que las necesidades del trazado son en Asturias proporcionalmente más intensas en los requerimientos de inversión que las de las otras dos regiones del área.

La orografía

No hay comparación pues entre los 42,4 millones de gasto medio por kilómetro que necesitaría la infraestructura asturiana, los 7,7 que se propone gastar en la castellanoleonesa y los 5,15 asignados a la gallega. Las diferencias no son necesariamente achacables al estado del trazado ferroviario, precisan las mismas fuentes, sino más bien a las características de las obras requeridas y a la orografía del terreno que atraviesan las vías. Las obras que el consorcio político del Noroeste ha incluido entre sus demandas al Gobierno incluyen, por ejemplo, un nuevo trazado en todo el recorrido entre Mieres y El Caleyo "no porque esté en mal estado", sino porque se considera "más favorable" hacerlo así, teniendo en cuenta además que "las condiciones orográficas de Asturias presentan sus complicaciones". También influye el estado de desarrollo de la red ferroviaria en las otras autonomías, o por ejemplo que en Galicia el eje La Coruña-Vigo, que acapara una porción considerable de las vías analizadas en la región vecina, es "razonablemente nuevo" y no necesita por tanto grandes intervenciones para su adecuación.

Es por eso que las obras que se proponen para Asturias figuran en el rango alto de coste, entre las más necesitadas de fondos de todas las propuestas para el eje. No llegan a ser las más voluminosas, pero sí están en los vagones de cabeza. Puede que no alcancen por ejemplo la gran intervención individual que se plantea en el puerto del Manzanal, en León, el punto que presenta uno de los mayores problemas por sus elevadas pendientes y su peculiar trayecto en forma de lazo.

En Asturias, lo más voluminoso en exigencia inversora es, por este orden, la vía nueva entre Mieres y el Caleyo, la obra para desenredar el nudo de Villabona, una vieja asignatura pendiente, y la renovación del trazado actual entre Pola de Lena y Mieres. Además, en la lista de peticiones asturianas importa la conexión de la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias con el puerto del Musel, el nudo de Poago o la terminal intermodal de la Zalia para garantizar el flujo de tráficos de unas formas de transporte a otras. También hay otra batería de intervenciones consideradas "estratégicas" por el Gobierno del Principado, como el acondicionamiento de los tramos Serín-Gijón, Lugo de Llanera-Cancienes o Tudela Veguín-Olloniego.

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Los servicios de cercanías y media distancia de Renfe rozaron los siete millones de usuarios en el balance final del año 2022 y recuperaron aproximadamente dos millones con un incremento próximo al 41 por ciento respecto a 2021, según los datos provisionales de la compañía. El ejercicio de la gratuidad de los viajes en tren para luchar contra la deriva inflacionista se cerró con 6.808.000 pasajeros que suben significativamente los 4.839.000 contabilizados en 2021. La porción más alta de esta cifra corresponde a los 5,1 millones de viajes en las líneas de cercanías de Renfe, que elevan en 48,3 por ciento los del año anterior. El resultado rebasa en esta modalidad de transporte los registrados inmediatamente antes de la pandemia, pero no ocurre lo mismo con los de las cercanías de ancho métrico. La antigua Feve transportó casi 1,5 millones de viajeros en 2022 e incrementó en un 17,4 por ciento el balance de 2021, pero está por debajo del de 2019 y es la mitad, por ejemplo, del de 2010. Los trenes de media distancia que unen Gijón con León transportaron 42.000 viajeros, un 101 por ciento más que el año previo, y los de ancho Métrico Gijón-Ferrol y Oviedo-Santander, 64.000 y 47.000, respectivamente un 90 y un 64 por ciento más.

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