"Pierdan el miedo a hablar del suicidio con los jóvenes", piden los expertos a padres y profesores

En 2021 se quitaron la vida ocho jóvenes de 15 a 29 años en Asturias | "Los centros escolares son los lugares idóneos para prevenirlo", dicen en la presentación de una guía para las aulas

Asistentes a las jornadas, e el Calatrava de Oviedo.

Asistentes a las jornadas, e el Calatrava de Oviedo. / Irma Collín

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

"Hay que perder el miedo a hablar del suicidio con los jóvenes". Es el consejo, tanto para padres como para profesores, que este martes lanzaron psicólogos y psiquiatras en el palacio de Congresos de Oviedo durante la presentación de la guía "Promoción del bienestar emocional, prevención, detección e intervención ante la conducta suicida para centros educativos". Aunque Asturias tiene la mayor tasa de muertes autoinflingidas de España, por ahora no ha registrado ningún caso en menores de 14 años frente a los 22 que se contabilizaron a nivel nacional en 2021. Eso no quita, como advirtió la consejera de Educación, Lydia Espina, que "pueda ocurrir". De ahí la importancia de prevenir y hacerlo en los colegios e institutos, que son "los lugares idóneos" para detectar las posibles señales de alarma e intervenir lo antes posible.

Asistentes a las jornadas, en el Calatrava de Oviedo. | Irma Collín

Por la izquierda, Patricia Gómez, la consejera Lydia Espina, Elisa Seijo y Susana Al-Halabí, en el Calatrava de Oviedo. | IRMA COLLÍN

Durante la jornada, dirigida a directores, orientadores y coordinadores de bienestar de centros educativos de toda la región, Elisa Seijo Zazo, responsable de la Unidad de Hospitalización de Psiquiatría Infanto Juvenil del HUCA, aportó algunas cifras. En 2021, según dijo, murieron en España un total de 4.003 personas por suicidio, o lo que es lo mismo, 11 al día. Eso supuso un aumento del 1,6% respecto a 2020. Los datos del primer semestre de 2022 no tampoco alentadores, puesto que ya acumula un incremento del 5,1%.

Esa tendencia ascendente, avisó la psiquiatra infantil, también se observa en los jóvenes, con 22 menores de entre 10 y 14 años fallecidos por esta causa en todo el país. Se trata de la cifra más alta de muertes en esta franja de edad en los últimos 30 años. "La prevalencia de problemas psicológicos ha crecido como consecuencia de multitud de factores, como la covid, la quiebra de la familia extensa y la cultura de consumo, la transformación que ha supuesto la forma de relacionarnos a través de internet... Las conductas suicidas nos informan de sufrimiento personal y dificultades sociales en la vida, que parecen estar en aumento", reflexionó la doctora en Psicología y profesora de la Universidad de Oviedo Susana Al-Halabí.

Continuando con más números, Elisa Seijo reveló que en Asturias en 2021 se registraron 130 suicidios, de los cuales 8 tuvieron lugar en jóvenes de 15 a 29 años (5 hombres y 3 mujeres). En esta franja de edad en España hubo 316. Lo cual demuestra que hay que estar muy atentos, tanto en casa como en el aula, a este grave problema de salud mental. "Un metaanálisis publicado en 2020 reveló que la mayoría de personas que han considerado o intentado suicidarse lo hicieron por primera vez durante su juventud, antes de los 20 años", indicó Susana Al-Halabí. "Después de las autolesiones, puede haber más. Según un estudio, el 96% de los adolescentes que se autolesionan, pueden tener ideas de suicidio o llevar a cabo un intento de suicidio en un 40% de los casos", apostilló Seijo. Y todo este conjunto de conductas problemáticas se produce en la mayoría de los casos sin saberlo los padres y los educadores. Por eso, incidieron las expertas, hay que "hablarlo" y generar la confianza necesaria para que los menores "se sientan capaces de pedir ayuda y seguros de que se les escuchará y apoyará".

Un clima adecuado

Crear ese clima adecuado es uno de los aspectos que trabaja la guía para prevenir conductas suicidas en los centros educativos, como destacó Patricia Gómez Carbonero, doctora en Psicología y coordinadora educativa de la Unidad de Trastornos de la Personalidad y/o Conducta. El documento es, a juicio Susana Al-Halabí, una "iniciativa necesaria" y un "hito". Y si algo caracteriza al fenómeno de conducta suicida es que es "prevenible". Es decir, "no es un comportamiento repentino y sin sentido que surja de un trastorno mental", apuntó la investigadora, sino que quien tiene intención de quitarse la vida se encuentra en una "situación biográfica dolorosa que es vivida como insoportable".

¿Cómo podemos combatir esta problemática? En primer lugar, Al-Halabí puntualizó que "no todas las personas manifiestan señales de alarma ni de la misma forma". Aun así, existen una serie de indicios que pueden advertir a padres y profesores de que algo no marcha bien. La psicóloga los enumeró: "Un aislamiento llamativo, una pérdida repentina del interés por actividades que antes le gustaban, un aumento del consumo de drogas, manifestar sentirse atrapado o que la vida no merece la pena, buscar métodos de suicidio en internet, una disminución injustificada del rendimiento académico, cambios físicos muy llamativos, comportamientos peligrosos o imprudentes...". A partir de ahí, agregó, "hay que acercarse a preguntar". "Hay que perder el miedo a iniciar la conversación, hay que preguntarles cómo se encuentran, ofrecerles nuestra ayuda, permanecer a su lado y nunca minimizar lo que nos dicen".

Ante una confesión de ideas suicidas, se debe actuar, remarcó Al-Halabí, con tranquilidad. "No llevarse las manos a la cabeza, no gritar, no mostrar consternación, no pronunciar frases del tipo ‘pero si tienes toda la vida por delante’. Este tipo de afirmaciones invalidar el sufrimiento del adolescente y hacer que no se sienta confiado para seguir hablando", manifiesta. Las aulas también cumplen un papel muy importante en la prevención. Patricia Gómez dio alguna pauta. "Establecer vínculos para que el profesorado se convierta en una persona fiable, crear un adecuado clima, cuidar los procesos de comunicación, evitar los juicios, contribuir a una cultura de cuidados, comprender las posibles consecuencias psicológicas, elogiarles y hacerles sentirse competentes, y sensibilizar y formar", remató.

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