Ternera Asturiana, nuestra carne con nombre propio

Siglos de tradición ganadera, respeto por la naturaleza y control y seguridad alimentaria son los valores que propugna la IGP

Reses de Asturiana de los Valles pastando. A la derecha, abajo, diferentes cortes de carne de Ternera Asturiana. |  | LNE

Reses de Asturiana de los Valles pastando. A la derecha, abajo, diferentes cortes de carne de Ternera Asturiana. | | LNE / M. S.

M. S.

Vacas de raza asturiana, criadas con el pasto, el agua y el aire de las montañas de Asturias. Madres que amamantan a sus terneros en los primeros meses de vida. Siglos de tradición ganadera, respeto por el medio ambiente y por los animales, y control y seguridad alimentaria. Estos son los valores fundamentales que distinguen la producción de Ternera Asturiana.

El 65% de la superficie de Asturias puede ser considerada superficie de alto valor natural, y aproximadamente el 33% se encuentra bajo alguna figura de protección de la naturaleza. La mitad de la superficie protegida de la región depende para su conservación de la actividad agraria y las prácticas relacionadas con el manejo extensivo de la ganadería de Ternera Asturiana, por lo que el papel de sus 6.200 ganaderías familiares, distribuidas por toda Asturias, resulta incuestionable en la conservación del paisaje y la biodiversidad. Precisamente son la localización geográfica, la climatología y la orografía de Asturias las que marcan aspectos determinantes para que Ternera Asturiana sea merecedora del distintivo europeo que la distingue como "Indicación Geográfica Protegida".

Ternera Asturiana, nuestra carne con nombre propio

Ternera Asturiana, nuestra carne con nombre propio / M. S.

"Nuestra producción sigue prácticas de manejo tradicional, respetuosas con el medio ambiente y con el bienestar animal en el proceso de cría. Los animales se alimentan con leche materna durante los primeros meses de vida, y su alimentación se suplementa con pasto, cereales y leguminosas. El pastoreo es una parte de este proceso, y este manejo en extensivo, junto con las características botánicas de los pastos asturianos, confiere al producto características diferenciales que convierten a la Ternera Asturiana en un producto único", apunta Elena Cebada, directora técnica de la marca.

Su Consejo Regulador, avalado por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), garantiza al consumidor, mediante controles rutinarios, que todas las fases de producción y obtención del producto siguen rigurosos controles que aseguran su calidad, origen y forma de producción. Para Cebada, "esta acreditación sirve como respaldo a nuestro trabajo de control y reconocimiento al esfuerzo desarrollado por nuestros operadores en busca de la excelencia". Los consumidores "tienen de esta forma asegurado que el producto procede de ganaderías e industrias que se someten a un total ejercicio de transparencia para darle garantía plena de calidad, origen y forma de producción".

La ganadera y presidenta de la IGP, Isabel de la Busta, afirma que "en Asturias tenemos fácil disfrutar de una buena carne. La Ternera Asturiana y el Vacuno Mayor Asturiano están consideradas entre las mejores carnes de Europa por su terneza, jugosidad y valor nutritivo. Contamos con una producción maravillosa y un entorno que lo permite". Pero más allá de la calidad, el compromiso del Consejo Regulador hacia la producción respetuosa con el medio y los animales en el proceso de cría es una cuestión fundamental. Y en ello centra el Consejo gran parte de sus controles. "El camino de la sostenibilidad es el futuro, y nuestra producción tiene que abanderarlo", señala.

Ternera Asturiana, nuestra carne con nombre propio

Ternera Asturiana, nuestra carne con nombre propio / M. S.

La marca, además, cuenta con el sello "Bienestar Animal Controlado Ternera Asturiana", poniendo en valor el control realizado de las condiciones de bienestar animal que han de cumplir las explotaciones ganaderas y mataderos inscritos en la marca.

Y es que los aspectos relacionados con la sostenibilidad y el bienestar animal preocupan a los consumidores, cada vez más concienciados con los aspectos éticos de los sistemas productivos.