Las agresiones a sanitarios se disparan en Asturias: la alarmante cifra y lo que plantea el Sespa para atajarlo

Las agresiones a profesionales sanitarios están disparadas en Asturias. El año pasado, sólo en la red pública, se registraron 413, la cifra anual históricamente más elevada, con una diferencia muy abultada sobre las siguientes, según los datos del Servicio de Salud del Principado (Sespa). El incremento ha sido particularmente significativo en el apartado de las agresiones físicas. Las 108 contabilizadas en 2023 duplican las de varios ejercicios anteriores. ¿Qué está sucediendo en los hospitales y centros de salud que pueda explicar este incremento tan llamativo?

"Entendemos que la clave es que empieza a aflorar una cifra negra que antes permanecía oculta", subraya Rodrigo Escribano Balín, técnico de apoyo a la Dirección de Profesionales del Sespa y responsable del plan de prevención y actuaciones frente a potenciales situaciones conflictivas en centros sanitarios que tiene en marcha la Administración del Principado. "Ahora los profesionales están más concienciados y tienen una mayor predisposición a remitir y comunicar este tipo de hechos a los servicios de prevención de riesgos laborales".

Escribano expuso los aspectos más significativos de la cuestión en el marco de una jornada conmemorativa del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, celebrada el pasado viernes en el Hospital San Agustín, de Avilés. En esa misma intervención, anunció la aprobación de un decreto que creará y regulará el Observatorio de Agresiones a Profesionales del Sespa. Se trata de un organismo colegiado, de carácter consultivo, que se hará cargo del seguimiento, el análisis y la evaluación de las situaciones de riesgo de agresiones en los centros sanitarios de la región. Ya ha finalizado la consulta pública previa y su tramitación está avanzando.

El Sespa dispone desde el año 2007 de un plan de prevención de potenciales situaciones conflictivas en centros sanitarios cuyo objetivo se centra en prevenir y proteger a los trabajadores de las agresiones frente a usuarios y sus familiares, así como dar cobertura jurídica y psicológica al profesional en caso de materialización de la agresión, sea física, verbal o gestual.

La cifra anual de agresiones había tocado techo en 2019, con un total de 327 (63 físicas y 264 de otra índole). En 2023 se han pulverizado todos los registros anteriores, y el Sespa considera llegado el momento de renovar el protocolo de actuación.

El observatorio se hará cargo del seguimiento y análisis de las situaciones de riesgo en los centros

En el pleno de la Junta General del Principado celebrado el pasado martes, el Partido Popular presentó una proposición no de ley en la que planteaba dos medidas. Por una parte, "implementar un protocolo que aborde específicamente las agresiones al personal sanitario de la región y en el que se implique en su elaboración a los profesionales de la salud y a las fuerzas de seguridad del Estado". Por otro, "un procedimiento administrativo sancionador específico para los autores de las agresiones a los profesionales del ámbito sanitario que permita imponer una multa económica a los autores de cualquier agresión física o verbal que se produzca dentro del ámbito sanitario, independientemente de la pena impuesta por vía judicial".

Esta doble propuesta, defendida por la diputada Pilar Fernández Pardo, fue rechazada con los votos de PSOE, IU y la diputada del grupo mixto Covadonga Tomé. Según el Sespa, ambas iniciativas vienen a quedar subsumidas en las actuaciones que se están implementando desde la Administración sanitaria.

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