La expansión sin límites del cachopo: ¿de dónde viene y hacia dónde va?

El popular plato asturiano, nacido en los años cuarenta en las cocinas del Bar Pelayo, en Oviedo, se expande año tras año de forma imparable por restaurantes de España y también del extranjero

A la izquierda, Pedro Miñor, de La Comtienda, de Oviedo, premio al Mejor Cachopo del Mundo de Pescado. A la derecha, Sheila Fernández y José Ríos, de El Duernu (Luarca), campeones en la categoría del Mejor Cachopo de Asturias en el concurso organizado por «La Guía del Cachopo».

A la izquierda, Pedro Miñor, de La Comtienda, de Oviedo, premio al Mejor Cachopo del Mundo de Pescado. A la derecha, Sheila Fernández y José Ríos, de El Duernu (Luarca), campeones en la categoría del Mejor Cachopo de Asturias en el concurso organizado por «La Guía del Cachopo». / LNE

El cachopo, plato nacido en Asturias y más concretamente en Oviedo, se ha convertido un fenómeno gastronómico internacional, como ha dejado demostrada la XII edición del concurso "El mejor cachopo del mundo", organizado por La Guía del Cachopo , cuya final tuvo lugar en Oviedo esta semana, y donde los restaurantes presentaron sus propuestas; unas más tradicionales y otras más novedosas en ingredientes y presentación en la mesa. De entre los 101 restaurantes que se presentaron, tanto de Asturias como del resto de España, e inclusive del extranjero, llegaron 18 a la final en la modalidad de carne; diez en cachopo de pescado y dos en la modalidad de cachopo vegano. La alta participación en este concurso da a entender que el plato ya no es una elaboración que se hace de forma exclusiva en Asturias sino que, en los últimos años, y sin poner jamás en duda su origen asturiano, se ha extendido a restaurantes y bares de toda España.

De ello saben mucho, por ejemplo, en el restaurante Más Torres, de Zaragoza (Aragón), que este año logró hacerse con el título de "El mejor cachopo del mundo". En las dos ediciones anteriores habían quedado en segunda posición en la misma categoría. "El cachopo es, sin duda, un plato internacional. Ahora hay mucho españoles que lo elaboran por todo el país porque es algo que gusta a todo el mundo, incluso a los niños. En Aragón es muy famoso", decía el pasado martes a LA NUEVA ESPAÑA Tatiana Gavrila, cocinera de este establecimiento aragonés y autora, junto a Corina Rojas, del cachopo ganador en esta edición del concurso de La Guía del Cachopo.

Al concurso de este año acudieron, junto con los asturianos, hosteleros de Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Islas Canarias, Galicia, Islas Baleares, Andalucía, Extremadura y Cataluña. La participación internacional corrió a cargo de restaurantes de Colombia, Perú, México, Estados Unidos, Suiza, Bélgica y República Dominicana.

¿Dónde se come el mejor cachopo del mundo?: un restaurante de Zaragoza se hace con el primer premio

Ana Paz Paredes

En la categoría del "Mejor cachopo" de Asturias, el ganador fue la sidrería El Duernu, de Luarca. Era la primera vez que se presentaban con un cachopo tradicional "con ternera asturiana, jamón gran reserva y queso de Oscos, rebozado con semolina y panko". Uno de sus gerentes señalaba: "No esperábamos conseguirlo y, para nosotros, estar en la final ya era un premio". En segundo lugar quedó El Llosu, de Cangas de Onís. El tercer lugar fue para Tabacalera Gijón. El cuarto fue El Prau, en Ribadesella; el quinto fue para Casa Andrés de Gijón y el sexto para Pepe el Bueno, en Grado. Pedro Miñor, cocinero jefe de la Comtienda (Pedro Miñor) en Oviedo, recogió el diploma correspondiente al "Mejor cachopo del mundo de pescado", mientras que el mejor cachopo para celíacos fue para Catering Cuisin, de Collado Villalba, Madrid. El mejor vegano para la Cantina Sixtina de A Coruña (Galicia). Queda en el tintero otro cachopo que, sin entrar en concursos de ningún tipo, también tiene su aceptación en Asturias: el de setas.

Un poco de historia

Acusado de acaparar en exceso la atención gastronómica sobre el Principado, haciéndole sombra a otras elaboraciones de enorme raigambre y más historia como pueda ser el pote asturiano o la fabada, no viene del todo mal recordar lo que apunta el gastrónomo Eduardo Méndez Riestra en su último libro, titulado "Oviedo y su gastronomía", en colaboración con el Club de Guisanderas. Así, reseña lo siguiente: "Ignacio Gracia Noriega escribió en 2008 del cachopo de los González. La especialidad de la casa eran los cachopos, un plato enorme, de dos piezas de carne empanada con queso y jamón serrano y una fastuosa guarnición de setas y verduras. Sólo por volver a comer aquellos cachopos (o los del Pelayo), merecía la pena retroceder 40 años’. Es un plato de posguerra, saciante, que normalmente deberían repartirse dos o tres comensales. Ovetense de nación como pocos. Cuando la comensalía empezó a ponerse gourmet, el cachopo se eclipsó hasta que la juventud y los turistas lo desenterraron y su fama–y su nombre– se extendió por toda España, llegando a arrinconar a la fabada".

Los cachopos, a decir de este experto gastrónomo, fueron popularizados en el desaparecido Bar Pelayo en Oviedo en los años 40. Su cocinera era Olvido Álvarez. Unos veinte años más tarde, cuando el Pelayo vivía sus momentos de esplendor, Enedina Rodríguez, hermana del propietario y madre del histórico chef asturiano Fernando Martín, dio mayor protagonismo al cachopo, una elaboración que, poco a poco, fue calando en otros restaurantes asturianos y, en el presente siglo, en muchos más de España y del extranjero.

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