Me quedo en el pueblo

Susana, una marroquinera sin límites

La artesana candasina triunfa con sus diseños góticos en piel, como el bolso-calavera o la mochila-ataúd, aunque también realiza otro tipo de trabajos más tradicionales con un diseño personal

La artesana, Susana Díaz, con parte de su obra, en su taller.

La artesana, Susana Díaz, con parte de su obra, en su taller. / Ana Paz Paredes

Ana Paz Paredes

Susana Álvarez Díaz, que durante la celebración del último Mercado Clariniano en Candás acudió vestida del siglo XIX y a quienes el público identificaba como "La Regenta", no sólo se tomó con humor que así la llamaran sino que sirvió, también, para que la gente se detuviera ante tu su puesto y descubriera su cuando menos su singular y atractiva obra: unos bolsos tan originales como diferentes inspirados, como ella explica, en el gótico "Yo ya había abierto una tienda on line en 2016 donde trabajaba piedras semipreciosas realizando pulseras, collares y anillos al tiempo que intercalaba alguna pulsera en cuero, también hacía camisetas con dibujos propios", explica. Y a renglón seguido añade: "Empecé a trabajar como marroquinera gracias a mi hija mayor, que fue a un curso de trabajo de cuero y me entró el gusanillo a mi también".

Susana Alvarez, trabajando en su taller en Candás.

Susana Alvarez, trabajando en su taller en Candás. / Ana Paz Paredes

Sin embargo, y como le sucedió a tanta gente, la pandemia le hizo dar un giro a su vida y decidió dedicarse de pleno a un oficio que se ha convertido en su pasión. "En aquel tiempo tenía muchas horas para pensar, como muchos, y empecé a hacer todo tipo de tutoriales relacionados con el trabajo el piel. Poco a poco, junto con esa formación, iban empezando a hacer cosas, nuevas, a probar, ensayo y error, ya sabes, hasta que encontré mi propio estilo y mis diseños. El mío es un estilo un poco gótico. Primero eran unos bolsos más bien planos pero finalmente logré hacerlos con volúmenes diferentes, como sucede con el bolso-calavera, que fue el primero", explica la artesana. Con el nombre "Mis pulseras y demás" vende a través de su página web así como en redes sociales. "Cuando empecé con el bolso-calavera me lo pidió mucha gente, se vende bien por internet. Tengo pedidos de toda España", destaca la artesana que pone de manifiesto la importancia de una buen conexión para poder comercializar su trabajo.

Una de sus obras en piel, para decoración.

Una de sus obras en piel, para decoración. / Ana Paz Paredes

En su taller tiene, sin duda, trabajos muy singulares como son la mochila-ataúd, con la calavera en la superficie hecha en varias dimensiones; el bolso-gato; su famoso bolso-calavera; el bolso-calabaza de halloween; el cerdito hucha o la recreación de la cabeza de un cuervo, en piel, pero al mismo tiempo también realiza otro tipo de trabajos que nada tienen que ver con lo gótico.

"Sí es cierto que los primeros me definen, pero también hago bolsos para todo tipo de clientas, con mi diseño y estilo propio, así como cinturones, carteras, monederos y libretas forradas en piel, entre otro artículos. Trato de hacer cosas diferentes que no te puedas encontrar en cualquier otro lugar", explica Susana, quien recalca que trabaja con piel nacional. "Utilizo vaquetilla, algo de vacuno engrasao, algo de cuero fantasía de cabra y, para los forros piel de cerdo planchado", añade.

Susana Álvarez con algunos de sus trabajos en piel.

Susana Álvarez con algunos de sus trabajos en piel. / Ana Paz Paredes

Ella, que antaño fue deportista profesional, pues formó parte en su día de la selección asturiana y nacional de voleibol, y con el tiempo trabajó en diferentes oficios, se siente muy a gusto trabajando y viviendo en Candás. Cuando echa la vista atrás a aquel día que decidió poner en marcha su tienda on line no deja de sorprenderse y alegrarse del rumbo que tomó su decisión. Ella cree que se puede vivir y trabajar en Candás.

Otra de sus obras el piel.

Otra de sus obras el piel. / Ana Paz Paredes

Eso sí, no es su lugar de mayor venta. "En Candás villa vendo lo mínimo, pero me sale bastante demanda de otros partes del país así como también del extranjero. La participación en los mercados me ha dado a conocer y es verdad que gracias a ellos entré en contacto con nuevos clientes", afirma esta mujer que, además de una persona enamorada de su trabajo, es positiva y luchadora. En cuanto a si la artesanía en si misma le da para vivir, afirma que "te da lo justito, es decir, para vivir y seguir adelante, vamos, que no te vas a hacer rica, vaya. Lujos no me puedo dar, pero si es cierto que vivo haciendo lo que me gusta y además estoy aquí en Candás, donde quiero".

Susana Álvarez, trabajando en  su taller, en Candás.

Susana Álvarez, trabajando en su taller, en Candás. / Ana Paz Paredes

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