Amaya P. GIÓN

Los familiares de Anabel Gutiérrez pedirán para el presunto asesino de la joven 25 años de cárcel, la pena máxima que recoge el Código Penal por este delito. La abogada que ejercerá la acusación particular en representación de la familia de la joven, la letrada Victoria Carbajal -de la asociación Simone de Beauvoir-, así se lo comunicó ayer a Teddy Gutiérrez, hermano de la víctima, según pudo saber este periódico.

El presunto asesino de Gutiérrez, el avilesino Juan Antonio S. A., pasó el sábado su primera noche en la penitenciaría de Villabona tras prestar declaración ante la magistrada Raquel Villanueva, a la que ratificó la confesión del crimen. La juez del Juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Avilés ordenó su ingreso en prisión -comunicado y sin fianza- por asesinato tras oír su versión: mató a la joven la noche del 14 de junio, el mismo día de su desaparición, golpeándola en la cabeza en el alto de los Cañones (Candamo), donde la llevó en su coche para mantener relaciones sexuales. Dijo estar bajo los efectos de elevadas dosis de alcohol (unas doce botellas de sidra) y ansiolíticos (cuarenta pastillas). Durante una semana Juan Antonio S. A. aseguró desconocer el paradero de su ex pareja tanto a la familia de la joven como a la Policía. No confesó haberla matado hasta que fue encontrado el cadáver, a las tres y media de la tarde del jueves pasado en la zona de La Degollada, a unos veinte kilómetros de Avilés.

El abogado del presunto asesino, el letrado Celestino García Carreño, compondrá previsiblemente la defensa de su cliente alegando que padece un trastorno psiquiátrico severo. De hecho, el mismo día del ingreso en prisión de su cliente anunció ante el Palacio de Justicia avilesino que solicitará la «pericial psiquiátrica» -es decir, el análisis del estado mental del imputado por expertos- e insistió en que se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico.

Ya con el asesino confeso de Anabel Gutiérrez entre rejas, la investigación continúa su curso con el análisis de las pruebas obtenidas. Según fuentes cercanas al caso, muestras de ADN y otros restos encontrados en el cadáver se encuentran ya en Madrid para ser examinadas.

Las mismas fuentes afirman que hay pruebas que incriminan directamente a Juan Antonio S. A.: en la zona de La Degollada, donde dos vecinos de Las Regueras encontraron el cadáver, había sangre del imputado. También había sangre en el Alfa Romeo en el que ambos se trasladaron de la ruta de sidrerías de Villalegre al alto de los Cañones, aunque en este caso aún está por determinar a quién pertenece. El cierre de la investigación, que se encuentra bajo secreto de sumario, puede ser cuestión de días.

Anabel Gutiérrez descansa desde la tarde del sábado en el cementerio de La Carriona, próximo al domicilio de su asesino confeso. Su familia sólo desea ahora que José Antonio G. A. «se pudra en la cárcel».