Myriam MANCISIDOR

El número de camas libres del San Agustín podría compararse con un termómetro que indica el estado de salud de las aproximadamente 156.000 personas con tarjeta sanitaria en el área sanitaria avilesina. Después de unos meses con plantas de hospitalización cerradas por falta de usuarios, el centro está ahora a rebosar. La previsión de los especialistas era que los Reyes Magos dejaran en Avilés el virus de la gripe y así ha sido, aunque la situación aún no ha entrado en fase epidémica. Las consultas se han disparado por los catarros y procesos bronquiales, que vienen a dar el primer golpe antes de que la gripe noquee a los pacientes.

El «pico» máximo de la gripe llegará a Asturias en la segunda quincena de este mes. El factor de riesgo más importante es el asma, que padece el 5,5 por ciento de los afectados por este virus. Los brotes diarreicos también están haciendo de las suyas en el área, con más de 120 casos diagnosticados en la última semana del año. En el mismo periodo de tiempo también se han detectado casos de sarampión y parotiditis, según datos extraídos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Asturias, dependiente del Instituto de Salud Carlos III.

Pero si alguna patología se ha ganado el protagonismo en los últimos días ha sido la gripe, que puede presentar complicaciones en algunas personas más vulnerables, como las que tienen otras enfermedades crónicas, problemas de inmunidad u obesidad importante, y también en las mujeres embarazadas. De las 217.000 dosis de vacunas contra la gripe que la Consejería de Sanidad repartió entre los centros de salud asturianos, 31.770 correspondían a la comarca de Avilés. La campaña antigripal correspondiente a la temporada 2012-2013 -con un presupuesto de 750.140 euros- comenzó en octubre y se prolongó hasta el 16 de noviembre.

La aspiración del servicio de Salud del Principado era proteger del virus al 65 por ciento de las personas mayores de 65 años, como mínimo. Hasta el momento, la gripe se está mostrando particularmente virulenta con los niños. Pero causa mayores estragos, salvo excepciones, en las personas mayores al complicar esta enfermedad otras patologías de carácter crónico como, por ejemplo, la diabetes. Todos los tipos de gripe presentan los mismos síntomas: fiebre alta, tos y malestar general. En algunas ocasiones está asociada al dolor de cabeza y de garganta, secreación nasal, estornudos, lagrimeo, dolores musculares y sensación de cansancio. Esta enfermedad vírica se transmite de persona a persona principalmente por el aire, a través de las gotitas de saliva y las secreciones nasales que se expulsan al toser, hablar o estornudar.

El tratamiento -siempre bajo recomendación médica- suele basarse en el consumo de líquidos en abundancia y analgésicos como el paracetamol. Los especialistas aconsejan asimimo a los enfermos guardar reposo para evitar contagios y extremar las medidas de higiene. Los procesos gripales son, cada invierno, uno de los principales motivos de bajas laborales.