El diputado de Izquierda Unida (IU) Gaspar Llamazares pidió ayer de nuevo a la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) que dé explicaciones sobre la intoxicación de mercurio detectada el pasado 2 de diciembre en las instalaciones que la multinacional que preside Santiago Zaldumbide posee en la localidad castrillonense de San Juan de Nieva.

Llamazares, al hilo del informe preliminar de los catedráticos de Química de la Universidad de Oviedo, Agustín Costa y José Ignacio García Alonso, reiteró ayer en Oviedo lo que ha venido denunciando desde hace algunas semanas: que la contaminación no se limitó al perímetro de la fábrica. «La empresa lleva cien días sin dar explicaciones y creo que es inaceptable en democracia y quien tiene que dar explicaciones es el Ministerio de Empleo, que también lleva cien días sin decirle a los trabajadores a qué han estado expuestos, qué peligros corren y cuál es el futuro de esos riesgos».

Para el diputado de Izquierda Unida, han fallado «estrepitosamente» tanto la dirección de la empresa y su responsabilidad social como por otra parte el Ministerio. «Esto requiere una explicación y también responsabilidades», apuntó. Y es que, según Llamazares, todo parece indicar que más allá de la intoxicación intramuros se ha producido una contaminación ambiental. «Si la contaminación es ambiental los muros de la empresa no han parado esa contaminación y hemos visto lo que ahora se nota en los análisis, pero no hemos visto los picos que con toda seguridad hubo. Como los análisis demuestran hubo personas afectadas dentro y fuera de la fábrica. Por tanto, esa actitud de cautela y de obstruccionismo por parte de la empresa y, desgraciadamente, por parte de las administraciones, tiene que terminar y darse explicaciones». Llamazares, asimismo, reiteró que se trata de uno de los accidentes más graves por mercurio de Europa lo que exige que se aclaren todas las circunstancias.

Antonio Cabrera, el portavoz de la Federación de Vecinos «La Unión», mostró ayer el temor de sus representados ante lo que se deduce del informe de los catedráticos de la Universidad de Oviedo, es decir, que los trabajadores se envenenaron por desarrollar una actividad en un lugar en el que «el mercurio estaba en el aire», recalcó.