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Avilés logra tener a raya los índices de contaminación por cuarto año consecutivo

Salvo Las Arobias, que será objeto de medidas específicas, todos los puntos de control siguen una tendencia a la baja, destaca el Principado

Chimeneas fabriles vistas a través del arbolado del parque del Muelle. | Mara Villamuza

Avilés respira como nunca antes; todavía no lo hace a “pulmón abierto” porque la contaminación persiste dentro de los valores que la legislación define como “límite de protección de la salud”, pero ni comparación con los años aciagos en los que los índices de calidad del aire eran un motivo de preocupación recurrente y abrían los informativos nacionales. Por cuarto año consecutivo, y según los datos provisionales de la red regional de estaciones de control de la contaminación, los indicadores de la calidad del aire de Avilés se mantuvieron durante 2021 dentro de los rangos legales; la excepción negativa siguen siendo las superaciones esporádicas del índice de partículas en suspensión en la zona de Las Arobias, en el entorno de los muelles portuarios de Raíces.

La estampa de la “boina” cubriendo la ciudad que tan familiar resultaba para los avilesinos y tanto llamaba la atención –para mal– de los foráneos ha dejado de salir en las fotos, y una evidencia que lo ratifica es la sorprendente exclusión de Avilés de los dos últimos episodios de alerta ambiental vividos en la región, el primero a mediados del pasado mes de diciembre y el segundo, la pasada semana e ambos casos con los focos fijados en Oviedo y Gijón. Ambas localidades tuvieron que activar esos días de alta contaminación el protocolo de calidad del aire, una situación que implica la adopción de medidas extraordinarias relacionadas con el tráfico rodado y la actividad industrial. Avilés no, y esa es, por una vez, la noticia: la ciudad que penaba con el sambenito de tener la atmósfera más sucia de la región se cae de la “lista negra”.

El director general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, Pablo Álvarez Cabrero, defiende que la “positiva evolución” de los índices de contaminación en Avilés tiene que ver con una “conjunción de factores”, entre los que no niega el cierre de instalaciones fabriles como las baterías de coque, pensando sobre todo en el fin de la pesadilla que se vivía con el benceno. También hay “circunstancias meteorológicas (como los procesos de inversión térmica) y de ventilación de la atmósfera” que pueden ser más o menos intensos, y que a juicio de Álvarez Cabrero, “explican en parte el hecho de que en Avilés, a diferencia de Oviedo y Gijón, no haya habido que activar los protocolos ambientales durante las últimas semanas”.

"Avilés empieza a recoger los frutos de las medidas desarrolladas al amparo del Plan de Calidad del Aire de Asturias de 2014 y, más concretamente aún, del Plan de Calidad del Aire de la Comarca de Avilés de 2017"

Pablo Álvarez Cabrero - Director general de Calidad Ambiental

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Pero, más allá de esos imponderables incontrolables, el Principado destaca que Avilés “empieza a recoger los frutos de las medidas desarrolladas al amparo del Plan de Calidad del Aire de Asturias de 2014 y, más concretamente aún, del Plan de Calidad del Aire de la Comarca de Avilés de 2017”. Álvarez Cabrero refiere un largo listado de medidas adoptadas y que la empresas y el puerto han interiorizado, todas enfocadas a reducir la carga contaminante del aire: inversiones para aislar los espacios pulverulentos, mejoras en la realización de trasiegos y en la manipulación de productos potencialmente contaminantes, instalación de sistemas de riego de graneles... Y una “intensificación” de los controles y las inspecciones por parte de los técnicos ambientales del Principado.

“Existe, pese a todo, un foco de preocupación, el que se localiza en Las Arobias (estación de control de la contaminación del matadero). Persiste un problema con las superaciones de niveles por partículas en suspensión. A ese respecto estamos analizando la situación y no es descartable que en un futuro próximo pongamos en marcha un plan de acción específico”, anuncia el director general de Calidad Ambiental.

Entre 2019 y 2021, la estación de control atmosférico de Las Arobias fue una de las dos avilesinas que registraron un empeoramiento de los índices medios anuales de partículas menores de 10 micras en suspensión; la otra fue la de la plaza La Guitarra.

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La estación de control de la calidad del aire del matadero tiene la peculiaridad de hallarse en un entorno industrial y portuario, y a pocos metros de focos de emisión directa de partículas (las instalaciones de la ITV de Avilés). El Principado trató de gestionar un cambio de ubicación del equipamiento porque entiende que la actual localización no es “representativa” de un entorno residencial, pero le resultó imposible. Entre 2019 y 2021, esta estación de control atmosférico fue una de las dos avilesinas que registraron un empeoramiento de los índices medios anuales de partículas menores de 10 micras en suspensión (PM10); la otra fue la de la plaza La Guitarra. En el caso del matadero, el índice pasó de 35 microgramos por metro cúbico en 2019 a 43,3; en La Guitarra, pasó de 22 a 25. El valor límite de protección de la salud que contempla la ley es de 40 microgramos de partículas por metro cúbico de aire.

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