Amargo final para el Marino, que cede un empate (1-1) en la última acción

El Marino de Luanco, en plena lucha por el play-off aunque oficialmente busque amarrar la permanencia, dejó escapar ante el Bergantiños su tercera victoria consecutiva al recibir el tanto del empate en el último minuto del añadido, en un partido en el que los luanquines se adelantaron a quince para el final gracias a un tanto de Vanderson en un impecable contragolpe.

Las ocasiones brillaron por su ausencia en la primera mitad, en un partido dominado de principio a fin por los pupilos de Manel Menéndez, que no pudo contar para este encuentro con Isma Fagir, con una lesión muscular en el cuádriceps izquierdo, ni con Dailos, por ciclo de amonestaciones. El conjunto asturiano, bien apoyado en las gradas pese a ser visitante, tuvo el control del esférico frente a un Bergantiños muy bien plantado en defensa que esperaba atrás su oportunidad para salir con velocidad al contragolpe.

El primer acercamiento de peligro no llegó hasta pasado el primer cuarto de hora. Fue en un balón en largo de Trabanco para Luis Nuño a la espalda de la defensa. Controló el delantero del Marino en la frontal y su tímido disparo lo detuvo Canedo. Más allá de esa acción aislada, el partido siguió con la misma tónica hasta el último minuto, con apenas algún centro lateral colgado al área por parte de ambos equipos que solucionaban sin apuros tanto las defensas como Buru y Canedo. No fue hasta el 45 cuando el Bergantiños disfrutó de su primer remate, en un golpeo lejano y blando de Dani Pedrosa, desviado.

Tras el paso por vestuarios, ambos equipos salieron más eléctricos. Trataba el Marino de crear peligro, sobre todo, por banda. No obstante, la primera la tuvo Lora en el minuto 49 con un disparo que se le marchó por encima del larguero. Por su parte, el Bergantiños, que seguía basando su juego en la fortaleza defensiva, intentó sorprender desde el centro del campo con un golpeo de Palomares. Menos veneno todavía llevaba el disparo del recién entrado Iván Garrido en el 67 tras una buena jugada por banda izquierda.

Con el paso de los minutos, parecía que el encuentro iba perdiendo ritmo. Manel Menéndez dio entrada a dos nuevos delanteros, Óscar Fernández y Nino, para intentar forzar algo más en ataque. Y vaya si sirvió. En el 72, tras un saque de esquina desde la derecha y una serie de rechaces, le cayó un centro al segundo palo a Borja Álvarez, cuyo intento de remate acrobático lo envió de nuevo a la esquina Canedo.

Y una pérdida en ataque del Bergantiños la aprovechó a la perfección el Marino para estrenar el marcador en As Eiroas. Fue Julen Álvarez quien se emborrachó de balón en el minuto 77 y la perdió en campo rival. A partir de ahí, contragolpe de libro del conjunto asturiano. Salió rápidamente Jairo Cárcaba por el carril central y condujo hasta abrir a la banda derecha para el recién entrado Óscar Fernández, que puso un balón al corazón del área para que lo rematase Vanderson. Pese a estar encimado por un defensor, no falló el 22 y batió a Canedo para poner el 0-1.

Manel Menéndez, con los tres puntos en el bolsillo, retiró a dos atacantes como Cárcaba y el goleador Vanderson para dar músculo a su equipo con Guille Cueto y Adolfo, pero terminaría recibiendo un gran jarro de agua fría cuando Agulló, en la última jugada del partido, anotaba de cabeza el 1-1 definitivo a la salida de un córner.

Manel: «El punto nos sabe a poco»

«No es que no nos encontráramos a gusto, pero nos enfrentamos a un equipo que incomoda bastante y así ha sido el partido», analizó Manel Menéndez, entrenador del Marino, tras el empate ante el Bergantiños en un duelo «poco vistoso y con pocas ocasiones». «Es una pena porque nos quedamos con el sabor de boca de habernos podido llevar los tres puntos que nos quitan en la última jugada del partido», reconoció el técnico, que aun así se mostró satisfecho con la actuación de sus jugadores, «aunque nos hayamos quedado con la miel en los labios». «Hoy sabe a poco el punto, pero mañana ya nos sabrá mejor», sentenció el avilesino.

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