La tecnológica avilesina Alvatross triplica personal en solo dos años y sigue creciendo

La firma, del grupo Satec y ubicada en Maqua, desarrolla proyectos para operadoras internacionales con sello de calidad de producto y plantilla

Catherine Murphy-O’Connor y Daniel Sánchez, en una de las salas de la sede de la compañía en el palacio de Maqua. | Mara Villamuza

Catherine Murphy-O’Connor y Daniel Sánchez, en una de las salas de la sede de la compañía en el palacio de Maqua. | Mara Villamuza / Marián Martínez

Marián Martínez

Marián Martínez

La tecnológica Alvatross by Satec nació en plena pandemia, en el año 2020, y desde entonces ha triplicado su plantilla, y sigue creciendo, no solo en volumen y en proyectos, sino en presencia internacional a través de la asociación TM Fórum, donde además de certificar la calidad de su producto y de su plantilla, participa en distintos proyectos con operadores de todo el mundo.

Alvatross es "hija" de Satec, la empresa que preside Luis Rodríguez-Ovejero, quien apostó por implantar en Avilés su centro de I+D+i impulsado por la filial Satec Hub, y también la sociedad Satec Health, orientada al desarrollo de una plataforma de alerta temprana de epidemias y a servicios de telemedicina.

El avilesino Daniel Sánchez Gómez es el director de ingeniería de Alvatross, y Catherine Murphy-O’Connor, nacida en Madrid pero hija de padre irlandés y madre colombiana, es la directora de operaciones. Juntos tratan de simplificar la explicación del negocio de la compañía: "una solución software que automatiza la provisión de servicios de una teleoperadora". Es decir, desarrollan programas estandarizados a escala internacional para atender la demanda de empresas de telecomunicaciones en distintos ámbitos. Por ejemplo, la automatización de la gestión pedidos hasta el seguimiento de extremo a extremo, desde que se realiza el encargo hasta la validación y la entrega. Además, el producto desarrollado por Alvatross permite su constante actualización y adaptación a las necesidades que surjan del mercado, al ser una solución "flexible e integrable", indican.

Una parte de la plantilla en sus puestos de trabajo, en Maqua.

Una parte de la plantilla en sus puestos de trabajo, en Maqua. / Mara Villamuza

Daniel Sánchez, que lleva cerca de dos décadas en Satec, relata que Alvatross nació de un proyecto para una operadora de Angola. "A partir de ahí surgieron nuevas oportunidades, con otras operadoras, y entonces Luis (Rodríguez-Ovejero) planteó desarrollar un producto que sirviera para todas las operadoras. El software lo teníamos, así que había que perfeccionarlo". Y para eso se constituyó un grupo especializado con dedicación exclusiva.

La compañía tenía en ese momento otro proyecto en Namibia, así que se reforzó la solución inicial y se implantó en ese cliente. "Fue la primera prueba práctica y fue un éxito, lo que nos dio confianza en la calidad del producto. Ahora estamos trabajando con la española Adamo y MTC Namibia y en más de una treintena de oportunidades de negocio en Europa, América y África", explica Catherine Murphy-O’Connor.

La participación de Alvatross en TM Fórum tiene un elevado valor añadido. Esta asociación internacional no solo certifica la calidad de productos como el de la firma avilesina y todas sus integraciones, sino que define hacia dónde avanzan las telecomunicaciones y los estándares mundiales. Además, la compañía también certifica con ese sello de calidad a sus profesionales. "Más allá de eso, participamos activamente en grupos de trabajo de manera voluntaria, lo que nos permite tener información de primera mano y contribuir en el diseño de hacia dónde van las tecnologías", añaden los ejecutivos.

Daniel Sánchez y Catherine Murphy-O’Connor nunca pensaron que desde Avilés pudieran desarrollarse profesionalmente con la innovación y el desarrollo tecnológico por bandera. "La mayor parte de mis compañeros se marcharon, y yo llegué a planteármelo. Mi situación es una oportunidad fantástica", asegura el director de ingeniería de Alvatross. La directora de operaciones remarca que "desde Avilés se están haciendo cosas tan punteras como en cualquier otra parte del mundo. Y a mi que me gusta la naturaleza, y cuando vengo a Asturias estoy encantada".

Las condiciones laborales, el reto para retener y atraer talento

La carencia de profesionales no es una novedad desde hace algunos años. Sí lo es más que las condiciones económicas compitan ahora con las laborales para retener y atraer el talento. La falta de personal cualificado en el mundo de las telecomunicaciones ya provoca una particular guerra entre las empresas en el ámbito retributivo. Pero ahora se suman otras exigencias. "Lo que más se reclama es flexibilidad de horario para conciliar. Las personas valoran su tiempo y el teletrabajo es una demanda", aseguran los ejecutivos de Alvatross by Satec.

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