La historia de "Jimi", el alcalde fallecido, el pegamento que todo lo unía en Soto del Barco

Jaime Pérez Lorente era un hombre vaciado en beneficio de los demás de mil formas y siempre quedará su ejemplo

La última foto que hizo LA NUEVA ESPAÑA a Jimi: la semana pasada en el almacén municipal de Obras.

La última foto que hizo LA NUEVA ESPAÑA a Jimi: la semana pasada en el almacén municipal de Obras. / Miki López

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Jaime Pérez Lorente, "Jimi", era en Soto del Barco el pegamento que todo lo unía y la herramienta que todo lo arreglaba. Un manitas, un currela, la persona que jamás se niega a hacer un favor. Hoy, chófer de niños que se han quedado sin transporte escolar; mañana, el "chispas" que sustituye un fluorescente fundido en una escuela; y pasado mañana, el carpintero que construye la barca que será quemada en la foguera de San Juan. También el animador cultural del concejo, el que proyecta las pelis de verano y el guía turístico de los visitantes que quieren conocer los vestigios bélicos del concejo.

Cómo sería la polivalencia de este hombre tan altruista como polifacético que cuando Soto del Barco fue elegido como escenario para el desarrollo de un gran simulacro de accidente aéreo –por la proximidad del municipio con el aeropuerto– todos los participantes en el ejercicio quedaron ojipláticos cuando llegaron al lugar y se encontraron con una carlinga de avión reproducida con todo detalle y dotada de un aparato capaz de echar humo a discreción para darle mayor realismo al accidente de mentirijillas. Fue muy comentado el asunto del realismo del avión accidentado y el hacedor de ese buen trabajo de tramoya no fue otro que Jimi.

Además de todo lo anterior, el que durante mucho tiempo fue "el fío de Margot" (en referencia a su madre, la conocida radiofonista Margot Lorente) desempeñó tareas de policía local en Soto del Barco, concejo a donde llegaron a vivir sus padres procedentes de Avilés. Los Pérez-Lorente se instalaron en La Ferrería y criaron a siete hijos como sotobarqueños.

Al volver de la mili, Jimi abandonó los estudios de Sociología que había iniciado y sabedor de que el Ayuntamiento de Soto del Barco iba a sacar un concurso para contratar policías locales se preparó para optar a la plaza. La sacó. Y si para entonces ya era conocido en la zona por su proverbial carácter servicial, desde ese momento su popularidad se multiplicó porque empezó a estar en todos lados, ya fuese de civil o con uniforme.

No es Soto del Barco un municipio con grandes problemas de seguridad ciudadana, pero con Jimi de patrulla las aguas siempre bajaron más bien mansas. Por su forma de ser y por su talante conciliador el representante de la ley y el orden en el concejo se ganó el respeto y la potestad de ser la autoridad sin ejercer el autoritarismo.

Jimi recibe de Jaime Menéndez Corrales el premio «Asturiano de braveza» de 2019, que le concedió la asociación «Yumper» por su altruismo.

Jimi recibe de Jaime Menéndez Corrales el premio «Asturiano de braveza» de 2019, que le concedió la asociación «Yumper» por su altruismo. / F. L. Jiménez

En aquellos años mozos, Jaime Pérez Lorente trabó gran amistad –que fue longeva en el tiempo– con otro Jaime, este de apellido Menéndez Corrales, a la postre alcalde del concejo por el PSOE, partido que abandonaría años después para formar la Candidatura Independiente Concejo de Soto del Barco. Menéndez Corrales gobernó 32 años en los que Jimi fue su fiel escudero, confidente y bálsamo para curar las inevitables cicatrices de la política.

Y llegado el momento de buscar sucesor, el Alcalde decano se lo propuso a su buen amigo, que aceptó. Es comprensible porque es humano que Menéndez Corrales, el hombre que fue definido por Jimi como "un segundo padre", estuviera ayer desgarrado por el dolor: "Se ha muerto mi mejor amigo", repetía el ex alcalde entre sollozos.

Y sí. Es que ha muerto Jimi. El hombre que se vació en vida en beneficio de los demás se ha ido sin despedirse, que es una terrorífica forma de decir adiós. Ya no más sesiones de cine de verano, al menos con Jimi manejando el proyector. Ya no más "voy ahora mismo" cuando era reclamado por teléfono.

Pero al menos tardarán en olvidarse las buenas obras que Jimi hizo sin pedir nada a cambio. Los niños que en pandemia fliparon con las visitas de la Patrulla Canina saben que debajo del disfraz de "Chase" estaba un poli amigo llamado Jimi y los que tuvieron regalos en forma de caramelos para su cumpleaños pese al encierro domiciliario, también. Porque Jimi se ha ido, pero queda su ejemplo.

El Teléfono de la Esperanza en Asturias está activo las 24 horas en el 985225540 y en la página https://telefonodelaesperanza.org/asturias. Otro recurso de ayuda es el 024, especializado en la ayuda a personas con ideas suicidas.

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