Así se convierten dos torres de carbón en 6.033 toneladas de escombros

Sepides espera iniciar el desmontaje de uno de los gasómetros de Avilés en quince días, una operación que le llevará hasta finales de año

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Primero fue un tiro seguido de una pequeña ráfaga. Inmediatamente después cayeron, como si nada, las dos últimas torres de carbón de las antiguas Baterías de Avilés. "La explosión ha ido como estaba previsto", diagnosticó Javier Fernández, el delegado de la inmobiliaria pública SEPI Desarrollo Empresarial (Sepides) en la zona norte, la empresa encargada de liberar y comercializar los más de 200.000 metros cuadrados de suelo industrial y logístico que saldrá de la antigua coquería de Avilés.

Lo que queda ahora es desmontar el segundo gasómetro –hubo un momento en que en la coquería llegó a haber tres–. "Primamos siempre la seguridad de las personas y del medio ambiente. Lógicamente, encima, estamos muy próximos a las instalaciones del PEPA I y, después de varios debates y varios análisis muy concienzudos por parte de los técnicos y la dirección facultativa, se ha decidido desmontar por vías mecánicas", añadió el responsable de Sepides en Avilés justo después de que las dos torres se hubieran convertido en 6.033 toneladas hormigón, siete de ladrillo refractario y 426 de acero. "La demolición mecánica podemos estar empezándola en quince días", dijo Fernández. El trabajo total de desmontaje del artilugio señero llevará "como un mes aproximadamente". O sea, para finales de año, de la antigua destilería de carbón, la que produjo el combustible de los hornos altos, sucesivamente y durante 67 años, de Ensidesa, CSI, Arcelor y Arcelor Mittal, sólo quedará un gasómetro y también la nave de almacenes, el primer atractivo empresarial de la segunda fase del polígono de la ría.

La voladura de las dos torres de carbón fueron seguidas por un grupo de ciudadanos que cruzaron el puente de Llaranes al Parque Empresarial, por la antigua estación de bomberos de la fábrica. Aplaudieron cuando los dos edificios se transformaron en los escombros que serán reutilizados tras su análisis, dijo Fernández. O sea, de las antiguas Baterías nacerá un nuevo foco de atractivos industriales. Eso prometen.

Suscríbete para seguir leyendo