La mercería de La Merced cierra tras medio siglo de historia: "Los jóvenes prefieren comprar por internet"

Carmen Hernández se jubilará en mayo tras décadas detrás del mostrador del negocio que abrió su madre en 1972

Carmen Hernández Fernández, el pasado jueves en la mercería de la plaza de La Merced.  | R. Solís

Carmen Hernández Fernández, el pasado jueves en la mercería de la plaza de La Merced. | R. Solís / I. García

I. García

Carmen Hernández Fernández cuenta los días para su jubilación y para el cierre definitivo de su mercería, Margel, en plena plaza de La Merced tras más de medio siglo atendiendo a la clientela. "Mi madre (María Fernández) abrió la tienda en 1972 y yo, con 15 años ya venía a echarle una mano", repasa Carmen, quien se hizo titular del comercio con el inicio del siglo XXI. "Tendremos que traspasar el local porque la profesión de mi hijo Pedro, que es capataz agrícola, poco tiene que ver con la mercería", apunta la comerciante que atiende con una sonrisa a su clientela de toda la vida, siempre de trato cordial y de manera sosegada.

La actual responsable de Margel mamó el comercio desde bien pequeña. Su abuelo ya regentó una juguetería y bazar en la calle La Cámara. Su madre continuó la tradición familiar y después ella. "En el comercio no hay relevo", señala mientras analiza todo lo que ha cambiado su sector desde los tiempos en los que no existían los centros comerciales y primaba la cercanía.

"Lo que más se vende ahora son medias y leotardos, pero todo cambió en la tienda, antes teníamos también ropa exterior de niño y ahora solo ropa interior. Yo también incorporé novedades, desde que cogí la tienda dejé de vender hilos, no me gustaban, el resto, el que quiera calidad que venga aquí, eso sí no trabajamos ropa de caballero", apunta Hernández, quien afirma que en los últimos años "los pocos hombres" que han entrado en la tienda ha sido para "atracar". Lo dice con ironía aunque recuerda perfectamente aquellos hechos. Uno se llevó 300 euros de la caja tras amenazarla con una jeringuilla y otro, con una navaja que no llegó a enseñar.

Incidentes al margen, Carmen Hernández se siente en la tienda como en casa, con la gente de toda la vida. "Se pasa muy bien y creo que cuando me jubile lo voy a hacer en falta", apunta, no sin antes emocionarse tras confirmar que el próximo 22 de mayo "la tienda se va a cerrar después de más de 50 años". Habla de las obras de La Merced y discrepa de la peatonalización, cuestiona que los jóvenes "prefieren comprar por internet" antes que en el pequeño comercio, un sector que fue boyante décadas atrás cuando María Fernández comenzó a vender ropa interior en su mercería Margel.

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