Jardín de Cantos: el barrio avilesino que pagó los vidrios rotos

La zona que creció al abrigo de la extinta Cristalería Española quiere atraer residentes con el reclamo de alquileres asequibles y su nuevo centro social

La calle Camino viejo a Pravia, una de las últimas remodelaciones. | M. V.

La calle Camino viejo a Pravia, una de las últimas remodelaciones. | M. V. / L. Landázuri

Lorena Landázuri

Lorena Landázuri

Un barrio avilesino que hunde sus raíces en el municipio burgalés de Arija. Así podría definirse Jardín de Cantos, una zona que creció al calor de la antigua fábrica Cristalería Española, actual Saint- Gobain, al trasladar su sede de Burgos a la villa. «Es historia de mi propia familia. Mis abuelos son oriundos de Arija y dejaron toda su vida atrás para venir a Avilés a vivir», cuenta Sergio Sanzol, presidente de la asociación de vecinos del barrio.

Sergio Sanzol señala los terrenos en propiedad de la Sareb, ubicados en avenida Lugo. | Mara Villamuza

Sergio Sanzol señala los terrenos en propiedad de la Sareb, ubicados en avenida Lugo. | Mara Villamuza / L. Landázuri

Ni la distribución urbanística ni los edificios han experimentado notables cambios en los últimos 50 años, indica el presidente, una tendencia que se invierte cuando se habla de los residentes que viven en la actualidad en el barrio. De cuna de ingenieros y trabajadores de la factoría a lugar ideal para familias o parejas en busca de un lugar tranquilo, con alquileres asequibles y a un paso del centro de la ciudad.

Condiciones atractivas que contrastan con la principal pega que los vecinos ponen a Jardín de Cantos: la imagen que presentan los terrenos que en su día pertenecieron a Cristalería Española y tras diferentes operaciones acabaron en manos de la Sociedad de Reestructuración de Activos Bancarios (Sareb). «Es un espacio al que no se le hace mantenimiento y eso lo convierte en insalubre, ni se le da salida. Se firmó un convenio con el Ayuntamiento para edificar y dejar otras parcelas de uso público», dice Sanzol.

Un convenio entre la Sareb y el Consistorio que los vecinos llevan años reclamando que se efectúe. «Transformaría totalmente la imagen del barrio. Sería una rehabilitación total como la que se realizó en La Luz en su momento», explica el líder vecinal, quien señala esa falta de mantenimiento y contar con servicios públicos más cercanos como las principales carencias de Jardín de Cantos.

Entre las propuestas que los vecinos trasladan destaca la necesidad de contar con un consultorio médico periférico ante la saturación que sufre el centro de salud de Sabugo, que da servicio pacientes de Jardín de Cantos hasta Raíces. «Hay muchas colas e interminables listas de espera en atención primaria», señala Sanzol, un espacio que la asociación propone ubicar en los terrenos de la Sareb en los que se ha proyectado un centro cívico.

Y es que la necesidad de contar con un punto de encuentro vecinal se satisfizo este mismo año al inaugurar el centro social del barrio. Un espacio que favorece las relaciones vecinales y en el que se celebran desde talleres a fiestas de Halloween, el tradicional amagüestu, un club de lectura o clases de taichí. «Es importante para dinamizar la vida en el barrio. Nunca hubo un espacio cultural en la zona y ahora es una atractivo para los vecinos», añade el presidente.

Un barrio bien comunicado por vía ferroviaria y por carretera. A tan solo 10 minutos a pie se encuentran la estación de autobuses y la de tren, dos reclamos que hacen que la zona esté perfectamente conectada con el resto de Asturias. «Facilita unas conexiones envidiables», subraya.

Tras cinco años al frente de la asociación, Sergio Sanzol puede presumir de liderar una de las entidades vecinales con la media de edad más joven. Sus miembros rondan los 34 años y destierran así el tópico que arrastran muchas agrupaciones locales, envejecidas y sin relevo generacional. El secreto se asienta en dos pilares: generar actividad y contar con el apoyo del barrio. «Las asociaciones de vecinos decayeron porque su finalidad se perdió, dejaron de dinamizar la vida de los barrios, no se trabajó en un relevo y por ello muchas se quedan por el camino», apunta Sanzol, quien no duda en referirse a Jardín de Cantos como «ese barrio con historia pero también con mucho futuro», destaca el líder vecinal.

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