La fábrica de cinc de San Juan de Nieva es la tercera más importante del mundo

Los dos fabricantes de cinc más importantes del mundo son Korea Zinc, que está en Corea del Sur, e Hindustan Zinc, que está localizada en el estado indio de Rajastán, en el noreste de la república, lindando con Pakistán. El tercer fabricante es Asturiana de Zinc (Azsa), cuyo centro de producción principal se encuentra en San de Juan de Nieva.

La primera fábrica, la coreana, reconoce una capacidad de 650.000 toneladas de cinc metal al año. La segunda, un poco menos, 558.000, es decir, 14.000 más –más o menos– de las obtenidas por la empresa subsidiaria de Glencore en 2023. La cifra que separa la producción de la planta castrillonense de las tres con que cuenta Hindustan Zinc –Chanderiya, Debari y Dariba– es equivalente a la producción de diez días en el Principado.

Asturiana de Zinc lleva décadas codeándose con los productores de cinc más importantes del mundo, sobremanera, desde que el conglomerado suizo Xstrata se hizo con el control de la fábrica (anteriormente, había estado en manos de la Corporación Industrial de Banesto, el banco de la quiebra y del proceso a su principal ejecutivo).

Según indica la International Zinc Association (IZA), cada año se producen en el mundo alrededor de 13 millones de toneladas de cinc en todo el planeta. Esto quiere decir que las tres principales productoras de cinc del planeta controlan algo más del 11% del sector.

El 60% de la producción de cinc del mundo se utiliza para galvanizar, es decir, para proteger el acero de la corrosión. Aproximadamente el 14%, para aleaciones. Casi el 9% pasa a productos químicos y aproximadamente el 10% se utiliza en latón. La IZA señala que el cinc es el cuarto metal más utilizado en la tierra, sólo por detrás del hierro, el aluminio y el cobre. Su posición en la tabla periódica lo convierte en un "excelente" recubrimiento para proteger el acero de la corrosión.

Desempeña un papel crucial en el transporte, el almacenamiento de energía, la atención sanitaria, la infraestructura, la energía renovable, los productos de consumo y la seguridad alimentarias. Como recurso, está ampliamente disponible, es sostenible y será un socio clave en la transición hacia un futuro con bajas emisiones de carbono.

La producción en San Juan de Nieva comenzó en paralelo a la explotación de la primera mina de carbón con castillete de Asturias, es decir, desde mediados de la década de los cincuenta del siglo XIX hasta inicios de la década de los sesenta de la pasada centuria. Primero fue a cuenta de la empresa Real Compañía Asturiana de Minas y posteriormente, como Azsa, que terminó absorbiendo a la empresa histórica en los últimos ochenta.

En 2001 activó su penúltima ampliación (la última es de 2022). Por entonces la empresa reconoció que su capacidad productiva tenía un límite de 507.000 toneladas. Sin embargo, este límite lo superó la compañía ya en 2011 (511.000). De entonces acá esta cifra no ha hecho más que crecer (salvo en 2022, con una caída provocada por el corte de producción para contrarrestar el precio estratosférico del megavatio / hora).

La última ampliación se produjo en el verano de 2022, cuando echó a andar la nave E, que reemplazó las naves A y B que databan de 1960 y 1974, respectivamente. Supuso una inversión superior a los 100 millones de euros y contó con una capacidad de producción de 248.000 toneladas/año de cátodos (unas 10.000 toneladas más que la suma de las dos que sustituye, o al menos este es el plan inicial).

La planta colabora con la organización Cáritas Arciprestal Avilés

La empresa Asturiana de Zinc (Azsa) anunció ayer que había donado esta Navidad a la organización Cáritas Arciprestal de Avilés una cantidad de dinero cuya cuantía no desveló, aunque sí el uso que está previsto darle: "abordar las necesidades más acuciantes de las familias en situación de vulnerabilidad". Según una nota oficial, el coordinador de Cáritas Arciprestal, Félix Amorín, señaló que la ayuda "permitirá atender las demandas de las personas que acuden a diario a las Cáritas parroquiales distribuidas por el Arciprestazgo". Amorín, en este sentido, destacó la importancia que tiene para Cáritas el apoyo de empresas como Azsa. La donación, sigue la misma nota, está "enmarcada en el compromiso social y comunitario que desarrolla Asturiana de Zinc, es un medio para trabajar de forma integral con las personas en situación de vulnerabilidad en aspectos de su vida que pueden ser claves para transformar su realidad".

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