El oricio triunfa en Bañugues: así ha sido el festival gozoniego

"Es un manjar", dicen los asistentes un festival culinario que este año sirvió un novedoso caldo que gustó a todos

Noé Menéndez

Noé Menéndez

"Es un manjar, está increíble". Esta fue ayer la frase más repetida en la carpa instalada en Bañugues para albergar a los comensales del Festival del oricio. Con las mesas a reventar, la asociación "El Pico" no paró de repartir platos basados en su producto estrella durante todo el día. Desde tortillas a empanadas, pasando por la gran novedad de esta cuarenta edición, el caldo de oricios, todos querían probar un bocado de las perlas del Cantábrico.

"Hemos venido exclusivamente a probar los oricios de aquí porque todo el mundo nos decía que son los mejores de toda España", apunta Ricardo Sánchez, que junto a su mujer y sus dos hijos viajaron desde Badajoz para comer los oricios de Bañugues. "Teníamos vacaciones este fin de semana y, la verdad, que en casa somos muy fans de los productos del mar. Por eso, cuando vimos la oportunidad, no lo dudamos y vinimos de cabeza", añade el pacense mientras le hinca el diente a una tortilla. "Nuestra idea es comer aquí también mañana, para irnos bien llenos a casa", bromea Sánchez, encantado con el ambiente de la carpa.

Marcos González, Dani Peláez y Christian González no tenían plan para este fin de semana y, tras barajar varias opciones, se decantaron por visitar Bañugues. "Nunca habíamos estado aquí, aunque conocíamos el nombre del pueblo por todo lo que se generó con el famoso velero (que quedó varado el año pasado)", reconoce Peláez. Los tres confiesan que nunca habían probado los oricios, pero se muestran encantados con la experiencia. "No las tenía todas conmigo de que me fuese a gustar, pero está increíble. Además, que se pueda probar tantos platos diferentes un gusto", señalan los ovetenses, que prometen volver el año que viene para seguir probando el oricio. "Como sea todos los años así nos vamos a hacer unos fijos", indican.

"Llevo viniendo diez años seguidos, nunca fallo a la cita", confiesa Marisa Retuerto, que junto a su marido, Lucas Llano, es una habitual del festival. "Es un lujo tener festivales como estos al lado de casa. Puedes probar lo mejor de la gastronomía marinera con recoprrer un puñado de kilómetros con el coche", comenta la avilesina, que deja claro cuál es su plato con oricio preferido: las croquetas. "Mira que el médico me ha dicho que no debería comer mucho de esto, pero un día es un día. Que me quiten lo bailado. Tengo miedo que me sienten mal y por eso ya no como más, sino estaría todo el día con ellas", bromea. Su marido, en cambio, prefiere la tortilla: "Tiene algo que marca la diferencia".

Desde Castropol se acercan a Bañugues Sara Gutiérrez y Marco Rojas, que reconocen su afición por los festivales gastronómicos. "Es algo que nos encanta, es un gran plan para hacer en pareja. Conoces platos nuevos de comida, sitios guapos y pasas un día muy entretenido", explica la pareja, que la pasada semana estuvo en La Arena para probar las angulas. "Entre angulas y oricio creo que prefiero lo segundo. Nunca los había comido, pero creo que voy a repetir", confiesa Rojas, que, como el resto de la carpa, se ha quedado encantado con los oricios de Bañugues.

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