Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

Se acabaron las contemplaciones. Se acabaron las manos tendidas, las invitaciones al diálogo, las llamadas en pos de una lista única. La guerra en el seno del PP de Siero, que hasta ahora fluía como un magma bajo un manto de cordialidad, ha entrado en erupción. La historia tiene dos protagonistas: el concejal Eduardo Argüelles, defensor de la candidatura de José Manuel Llera, como sujeto activo, y el que fuera en su día candidato a la presidencia y hoy presunto (sólo presunto, porque no ha habido un pronunciamiento oficial al respecto) valedor de José Antonio Noval, Manuel Fano.

Han pasado unos pocos días después de que Llera dijese que su vocación era unir el partido, y parece que no lo va a conseguir. Porque Eduardo Argüelles rescata declaraciones de Fano de hace nada menos que siete años para convencer a los militantes de que se decanten por su propuesta, y no por la del presunto defensor de Noval (que, por cierto, también es presunto candidato, puesto que no ha hecho pública su participación en el congreso).

Concretamente, Argüelles recordó cuando en mayo de 2003 Fano «apoyó públicamente a Juan José Corrales», el actual alcalde socialista, y citó textualmente sus palabras acerca del mandato de 1999 a 2003 en el Ayuntamiento.

Fue el primer tripartito encabezado por Corrales, y Fano había declarado: «Estos cuatro años se han caracterizado por un gobierno que quiere hacer gestión para Siero y una oposición queriendo derrumbarla a base de crispación».

Eduardo Argüelles dice que él «y otros muchos compañeros» que apoyan ahora la candidatura de José Manuel Llera fueron en su día «testigos y perjudicados por las declaraciones del que hoy es el "cerebro" de la candidatura de José Antonio Noval».

Argüelles no se ahorra palabras grandiosas. Llega a decir que Fano, en diferentes medios de comunicación, «idolatró» al actual regidor y que incluso en una entrevista en la televisión había asegurado que lo prefería como alcalde.

El concejal se presentó «voluntario para trasladar el sentir» de su candidatura porque, entre otras cosas, él era candidato en las elecciones municipales de 2003, y por tanto uno de los atacados.

Argüelles encuentra «sospechoso» que, siete años después, Fano «vaya de la mano del que era candidato a alcalde». El concejal asegura que «fue evidente el perjuicio en su día al partido», y también algo «insólito, puesto que no es nada habitual que un afiliado del PP comparezca públicamente para alabar a un alcalde socialista e inducir el voto al PSOE».

«Creo que muchos no olvidamos aquel acontecimiento», dice Argüelles, y es obvio que está en lo cierto. Y señaló que «a muchos afiliados se les abren expedientes disciplinarios por mucho menos», lo cual es, a su juicio, «incomprensible». El concejal cree que es «de obligado rigor recordar el episodio reciente de la historia de nuestro partido».

Para concluir, lanza un mensaje, que no esconde su propósito electoral: «El señor Fano es una de las personas más implicadas en el proyecto de Noval. Que los afiliados valoren». Por la otra parte no hay mensaje. Noval y compañía prefieren morderse la lengua y que su lava siga bajo tierra. Los interesados en erupciones pueden acudir mañana por la mañana al hotel Lóriga.