Los jóvenes de Lugones vivieron ayer su San Valentín más dulce dentro del aula. El grupo de biblioteca del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Astures organizó un taller que contó con una elevadísima participación, en el que estudiantes de primero, segundo y tercer curso de la ESO confeccionaron sus propios regalos del día de los enamorados a base de dulces.

Para ello, los promotores de la actividad contaron con la colaboración inestimable del quiosquero llanerense Gustavo García, que no escatimó consejos para la elaboración de un producto que los estudiantes acompañaron con una tarjeta a modo de dedicatoria. "Para mamá", "para papá" o "para tí" fueron algunas de las que escribieron los más tímidos, mientras que otros no dudaron en reconocer o en desvelar su amor. "A ver cómo se lo meto en la mochila sin que se entere", confesaba una alumna a sus compañeras mientras daba sus últimos retoques a la rosa elaborada en gran medida con gominolas conocidas como "lenguas de gato" de color verde y rojo.

Una iniciativa que sorprendió por su gran aceptación, y más desarrollándose en horario de recreo, si bien los organizadores aseguran que ésta es la tónica general de las diferentes actividades programadas de manera mensual. "Están muy involucrados y se lo pasan genial", confesó la integrante del grupo de biblioteca, Maite Muñiz, que se encargó, junto a otras voluntarias, de que todo saliera según lo planeado.

Hubo tiempo, asimismo, para otros campos, pues el centro acogió tras el taller un recital de poesía de amor de grandes autores, que tuvo su primer pase por la mañana con los alumnos como únicos asistentes y un segundo pase, ya por la tarde abierto a los padres y allegados que quisieran asistir. Autores como Antonio Machado, Pablo Neruda, Mario Benedetti y Rosalía de Castro fueron sólo algunos de los que participaron a través de las voces de varios alumnos que dejaron en evidencia su capacidad de interpretación, premiada por sus compañeros con fuertes ovaciones que pusieron la guinda a una jornada en la que los libros quedaron a un lado para dejar protagonismo a los caprichos del corazón.