El proyecto del museo de las carrozas de Valdesoto elaborado por la doctora en Historia del Arte María de las Nieves Concepción Moro duerme el sueño de los justos desde hace cinco años. Avelino Cabeza había lanzado la prouesta en 2102 en una comisión de festejos para que fuesen las propias peñas las que lo sacaran adelante, pero la idea cayó en saco roto. "Yo nunca quise ser el propietario de este proyecto, nunca quise que fuese mío, sino propiciar que se hiciese; si lo consideraban, dije que les ayudaría, pero para nada iba a ser el promotor".

El caso es que, pasados cinco años, el museo sigue sin tener visos de salir adelante. "Proyecto sí hay, pero falta voluntad", sentenció Cabeza.

Conforme a la propuesta de la doctora, la colección del museo, nacido con un claro carácter etnográfico, contaría con noticias escritas; documentación gráfica con una importante selección de fotografías; carteles de las fiestas; medios audiovisuales, y música popular. Esto sería importante como apoyo a la exposición permanente, cuyos fondos serían de maquetas del primer carro de esquirpia engalanado, las carrozas más representativas desde los orígenes del desfile y maquetas de distintos vehículos de tracción, así como indumentaria y complementos, mobiliario, utensilios, materiales de construcción de las carrozas y otros objetos de interés artístico y etnográfico.

Se proponen para la ubicación del museo y la colección permanente las antiguas escuelas de Leceñes, junto a la Casona, en cuyo solar adyacente se podrían exponer temporalmente algunas carrozas o, al menos, algunos de sus elementos más significativos o llamativos.

Si el Ayuntamiento de Siero cediera la gestión, se podría cobrar entrada y, con el dinero recaudado, se contribuiría no solo a la mejora del propio museo, sino también a financiar parte del desfile de carrozas.

El museo cumpliría labores de comunicación y difusión, así como de promoción turística. Se establecería como un referente de dinamización y un lugar de obligada visita.