La buena respuesta de los noreñenses a la hora de reciclar los residuos orgánicos anima al Ayuntamiento a solicitar a Cogersa ampliar los 80 contenedores marrones actuales hasta llegar a unos 90. El concejal de Obras, Pelayo Suárez, indica que, además, en algún punto los pondrán de mayor capacidad. "Principalmente en zonas del núcleo urbano porque se quedan pequeños", apunta el edil. "Estamos contentos porque la gente está reciclando". Noreña es el concejo pionero en haberse implantado el contenedor marrón en todo el concejo desde principios de este año.

No obstante, Suárez cree que todavía falta cultura del reciclaje y recuerda que en los depósitos de materia orgánica sólo hay que echar ésta y no también la bolsa. Se admiten restos de fruta, verdura, carne, pescado, marisco, pan, bollería, cáscaras de huevo o frutos secos, posos de café y restos de infusiones. También es correcto tirar plantas marchitas, cerillas, tapones de corcho, serrín de madera, servilletas y papel de cocina usado.

"Si se recicla, las tasas de basura bajan para el Ayuntamiento y, por tanto, se benefician también los vecinos", argumenta Pelayo Suárez. Explica que en 2017, el Consistorio de Noreña abonó 60.000 euros menos que en 2016, gracias a que se logró una mejor gestión de los residuos y reciclaje.