Quirós rinde homenaje a sus 125 mineros fallecidos en los tajos al cumplirse siglo y medio del primer accidente mortal

Bernardo Vázquez, de 18 años de edad, perdió la vida el 4 de junio de 1873 al fracturarse el cráneo tras una caída en el Pozo Julia

Una fotografía histórica de mineros de Cinfuegos

Una fotografía histórica de mineros de Cinfuegos

Roberto F. Osorio

Roberto F. Osorio

El día 4 de junio de 1873 ha pasado a la historia de la minería quirosana como la fecha fatídica de la primera muerte de un minero, Bernardo Vázquez Álvarez, en el concejo. Con tan solo 18 años, se fracturaba el cráneo por una caída en un pozo. Detrás de este chaval hay una estela de 125 nombres de mineros quirosanos fallecidos en el municipio o fuera de él. Este próximo sábado, día 10, se rendirá un homenaje a todos ellos con el descubrimiento de una placa y una ofrenda floral en la localidad de Santa Marina.

Hace siglo y medio, Quirós había pasado de una economía medieval de subsistencia a conocer una incipiente industrialización con la instalación de una "fábrica de fundiciones", según consta en los documentos de las primeras compañías minero-siderúrgicas que se establecieron en el municipio. Técnicos franceses, italianos,  de diversas provincias españolas y de distintas localidades de Asturias acudieron atraídos por el foco de luz que irradiaba la tierra quirosana. Todo comenzó con el ingeniero francés, Gabriel Heim, a quien el concejo debe un homenaje, que llegó al territorio desde Llanera, a mediados de la década de 1850. Se desplazó buscando una cuenca llena de minerales comisionado por una compañía francesa. En 1860 publicó la "Memoria sobre las minas de la compañía Chauviteau en el distrito de Quirós, Asturias", autocalificándose como “primer investigador de la cuenta carbonera de Quirós”.

Comenzaron las prospecciones, investigaciones y los primeros chamizos. Las bocaminas fueron proliferando por el gran valle quirosano. Brotaban todo tipo de instalaciones, desde trincheras para acarreo de minerales, cables aéreos, planos inclinados y edificios con distintos usos. Mineros de otras cuencas carboníferas asturianas acudieron a la llamada del progreso. Comenzaron las primeras labores extractivas con esos experimentados obreros junto con aprendices quirosanos. Bernardo Vázquez fue uno de ellos. Tan solo tenia 18 años cuando tuvo el fatal accidente. Era del pueblo de Vil.lar de Cinfuegos, cerca del lugar donde sufrió "fractura de cráneo", según los informes médicos. Sus padres habían muerto ya. Tenía tres hermanos y reunía todas las características típicas de los "nuevos mineros" que se sumaban, sin tener ningún conocimiento, a los operarios profesionales que vinieron de Mieres, Morcin, Riosa o Siero. Casi treinta mineros fallecen en el siglo XIX en las minas quirosanas, cuatro en minas de Aller. Treinta y dos huérfanos a consecuencia de ello.

Bernardo Vázquez murió el día 4, pero no fue enterrado hasta el día 10 de junio. Hoy sábado se cumple siglo y medio. Desde Quirós notificaron el deceso al Juzgado de Instrucción de Lena, que envió a los doctores Sarabia y Ubaldo Sánchez Puelles. Los galenos diseccionaron el cadáver para averiguar la causa de la muerte...Cuando se terminó la autopsia, el día 9, era ya tarde y no se pudo proceder al entierro. Fue al día siguiente, a las ocho de la mañana, en el cementerio de Rano, la parroquia donde se había producido el accidente.

 Así el primero muerto, documentado según el Libro de Defunciones del Juzgado de Paz de Quirós, en la minería quirosana fue "Bernardo Vázquez,  de Villar de Cienfuegos, 18 años, soltero y minero. El 4 de junio de 1.873 (…) Terminó su existencia por la caída en un pozo de la mina de Carbón llamada Julia, sita en las faldas del Monte Ronero".

Partiendo de este hilo trágico se fue desentrañando una gran madeja, donde fueron apareciendo otros ciento veinticinco nombres a lo largo de las décadas, hasta el año 2004, en que Carlos Álvarez, cierra esta fatídica lista. El más joven, con catorce años, Justo Cimadevilla. El más veterano, Prudencio García, con sesenta. Dos paneles recogen todos esos nombres, que el año que viene se quieren inscribir en un memorial.

El trabajo de recopilación de datos ha sido exhaustivo y largo. Se han revisado varios miles de partidas de defunción del Juzgado de Paz de Quirós, desde 1871 hasta 1980. A ello hay que sumar los libros parroquiales para completar datos o descubrir más accidentes mortales. También hubo consultas de libros y estadísticas de otras cuencas mineras asturianas. Todo ello sin dejar de lado las entrevistas orales a familiares y vecinos que aportaron información sobre los accidentes desde mediados del siglo XX. Cientos de horas de consultas que desembocan en esta relación de mineros fallecidos.

En el año 2012, el libro "Fuego: minas y altos hornos", publicado por el Museo Etnográfico de Quirós, anticipaba noventa y cuatro fallecidos en la mina. Desde entonces, se han añadido otros treinta nombres. Ahora se quiere cerrar esta relación con la ayuda vecinal para que el año 2024 se instale un memorial minero, probablemente en el pueblo de Santa Marina, lugar donde confluyen cuencas mineras, los dos ríos del concejo, y donde se ubicaban, al mismo tiempo, instalaciones de tres empresas mineras como fueron Hullera Española, Fábrica de Mieres y Compañía Minera de Quirós.

El Ayuntamiento de Quirós, el Cronista Oficial del concejo, el grupo de gaitas, antiguos mineros y vecinos en general podrán rendir tributo al coste humano de la minería del concejo en un acto que tendrá lugar este sábado, día 10,  a las 12,30 horas en el área recreativa de Santa Marina.