Cuando los compañeros y amigos me propusieron dirigir unas palabras en este acto, debo reconocer que sentí cierta desazón, no por el hecho de hacerlo, que supone un privilegio, sino por la forma del encuentro y su inicial condición de secreto. Uno, en estas fechas, está especialmente sensible y receloso con los secretos, especialmente con aquellos que nos llegan en formato de urna y voto. Pero el secreto de esta noche se ha transformado en dulce sorpresa, porque los que hemos confabulado aquí no lo hacemos para homenajear, ni mucho menos para despedir. Estamos aquí para reconocer y expresar afectos.

Querido amigo Hugo, las urnas, con su fría apariencia, son esencia de la democracia, y por ello dan veredictos inapelables. Algunas de sus decisiones provocan desconcierto y confusión, pero luego, con el tiempo, las cicatrices se suavizan y uno las exhibe con orgullo, porque reflejan no tanto el haber perdido una batalla, sino el haber ganado más honra y credibilidad.

Tal vez en este cercano episodio electoral nuestra gran culpa haya sido un exceso de celo y preocupación por los grandes asuntos municipales, por habernos volcado en la defensa de los proyectos sobre los que se va a asentar el futuro de nuestro municipio, el futuro de nuestros hijos, lenenses también. Hemos ido tras la estela de Ícaro, sin percatarnos de que la política municipal es de vuelo rasante, de problemas cotidianos, de cercanías. Parece injusto que tanto trabajo, tanto esfuerzo generoso, tanta preocupación y también el éxito en alcanzar los objetivos propuestos fueran secundarios en la escala de valores de la gestión municipal. Así son las cosas, y por ello aceptamos que las cuestiones menores han sido causa y razón de este aterrizaje un tanto forzado. Si bien es cierto que la caída ha sido atenuada por centenares de manos y brazos de los lenenses más incondicionales, racionales y solidarios.

Pero ya hemos pasado página y nos encontramos con ganas renovadas, porque en estas fechas hemos vuelto a recuperar el orgullo de lo que somos y representamos. Sin duda, a ello ha contribuido un traspaso del poder municipal modélico y ejemplar. Sin rencor, con humildad y agradecimiento. Has entregado el bastón de la Alcaldía con tanta dignidad que te has hecho más grande, querido y respetado ante los ojos de los amigos y familiares que hoy te acompañamos aquí.

Y ahora queda el futuro y un montón de buenos recuerdos. En nuestra memoria están aquellos comienzos del año 1987. Aquel portavoz del Grupo Socialista que asombraba a muchos no sólo por sus conocimientos corales, que también, sino por la coherencia, el temple, la serenidad y el rigor en la defensa de las propuestas municipales. Destacabas ya por ser un agente muy dinámico, participativo, muy implicado en el movimiento social y cultural de Lena. Eres un polifacético empedernido que igual cantaba en el «Coro La Flor», que no tenía ningún reparo en disfrazarse de cura en Carnaval o vestirse de Zamarrón para bailar en la Fiesta del Cordero.

Más tarde llegaron los tiempos de predicar menos y dar mucho más trigo. Doce años en la Alcaldía de Lena. Doce años de trabajo intenso, de jornadas largas, de búsquedas de alternativas y proyectos para Lena. Los resultados están ahí para verlos, son innegables. El tiempo y la historia local reconocerán esta etapa como la de mayor esfuerzo inversor de la historia municipal. Algunos aún recordamos cómo Lena estaba patas arriba y llena de obras, y cómo los jóvenes, con socarronería y buen humor, te decían que eras un Viagra porque lo levantabas todo. En fin, veinte años de compromiso municipal, la mitad de tu vida, avalan perfectamente tu compromiso con los lenenses y tu amor por Lena. Pero hoy debemos reconocerte que a muchos de nosotros nos has ido ganando sobre todo porque eres una buena persona. Por ser honesto, generoso, altruista, amigo de tus amigos, preocupado por tu familia y también sin miedo a equivocarte, el mejor amigo, cocinero y compañero de tu mujer, Marta.

Querido Hugo, hoy queremos decirte que para ese futuro, sin duda prometedor y acompañado de inevitables sorpresas, no estás solo. Aquí estamos una parte importante del ejército de incondicionales y amigos que te seguiremos acompañando en este viaje. Te deseamos salud para ti y para toda tu familia.

Juan José Pulgar es secretario general del PSOE de Lena.