Madrid,

Modem Press

El carbón nacional, que «ya es un 15% más barato» que el de importación, cubrirá este año, si se cumplen los objetivos marcados por el real decreto de ayudas a la producción eléctrica con mineral autóctono, aproximadamente «el 8% de la demanda energética nacional». Éstas son algunas de las principales conclusiones que el presidente de Carbunión, Victorino Alonso, puso sobre la mesa durante su intervención, el pasado lunes en Madrid, en las jornadas de balance energético 2010 que celebró el Club de la Energía.

Respecto a los precios del carbón, hay que tener en cuenta que la coyuntura internacional -la inestabilidad en los países árabes, el aumento del consumo de carbón en China y la crisis nuclear abierta tras el tsunami sufrido por Japón- ha propiciado que el precio del carbón haya experimentado una espectacular subida en los mercados internacionales hasta situarse, según el principal índice de referencia, el McCloskey, en 129,11 dólares la tonelada el pasado día 18, cuando hace exactamente un año costaba 74,40 dólares. Frente a este aumento, que según las previsiones continuará produciéndose en los próximos meses, el carbón nacional se mantiene estable en el entorno de los 85 euros la tonelada, lo que comienza a hacerlo especialmente atractivo frente al mineral de importación.

Por otro lado, el empresario leonés puso de manifiesto la coyuntura, «particularmente difícil y anómala», que vivió el carbón nacional en 2010, año en el que las térmicas sólo consumieron 4,3 de los 8,4 millones de toneladas que se produjeron en España. Este hecho se trasladó al mix de generación eléctrica, en el que el carbón supuso el 9,4% de la demanda eléctrica, frente al 14,17% de 2009. «De ese 9,4%, la mayoría correspondió al carbón de importación», explicó Alonso, «mientras que el mineral nacional sólo cubrió el 2% de la demanda». En este año, merced a la entrada en vigor del real decreto de ayudas, la tendencia se invertirá «y está previsto que el carbón nacional cubra aproximadamente el 8% de la demanda eléctrica» y se consuman algo más de 10 millones de toneladas, de las cuales 8,8 procederán de la producción corriente de las empresas y el resto de los stocks que dejó el conflicto: 700.000 toneladas del almacenamiento estratégico de Hunosa y 500.000 del propio stock de las centrales térmicas.

Alonso, dueño de Uminsa y Coto Minero Cantábrico, defendió «la utilización de carbón autóctono» y lo calificó de «esencial para la seguridad del suministro» y «vital» en caso de «problemas de transporte internacional, condiciones meteorológicas extremas o tensiones políticas que puedan afectar al comercio internacional de hidrocarburos».

El empresario leonés esbozó durante su intervención el plan que Carbunión presentó hace unos días al Ministerio de Industria, que fue adelantado el domingo por LA NUEVA ESPAÑA y que busca que las minas españolas competitivas puedan mantener su actividad, al menos, hasta el año 2027. Y es que para Victorino Alonso «la mayor parte de las minas españolas pueden ser competitivas» . Para ello pidió estabilidad económica hasta el año 2018 para amortizar las fuertes inversiones «al amparo de la reserva estratégica y facilitar que las empresas puedan convertirse en competitivas en el año 2019».