Mieres / Langreo,

Andrés VELASCO

La propuesta lanzada desde Izquierda Unida de Asturias para recuperar pozos mineros ya cerrados, ante la incierta coyuntura energética abierta por la crisis nuclear de Japón y la inestabilidad en los países árabes, es casi una utopía. Al menos así lo ven desde el Colegio de Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España, cuyo Decano-presidente, Juan José Fernández Díaz, ve inviable por varios motivos, entre ellos, el elevado coste económico y los graves riesgos en materia de seguridad, de cualquier operación para intentar recuperar una antigua explotación.

El Coordinador General de IU en Asturias, Jesús Iglesias, abogaba hace unas semanas no sólo por alargar la vida de la minería del carbón más allá de 2018, fecha fijada por la UE para el cierre de las explotaciones, sino por la recuperación de antiguas explotaciones mineras ya cerradas. El líder de la coalición hacía esta propuesta basándose en los problemas energéticos generados por la seguridad de las centrales nucleares y los riesgos de suministro provocados por la inestabilidad política en los países de árabes. Bajo estas dos premisas, desde IU consideran al carbón como la única fuente de energía autóctona a través de la cual se puede garantizar el suministro eléctrico y, por ello, afirman que no solo se deben mantener las explotaciones actuales, sino que hay que recuperar pozos ya cerrados, una posibilidad que desde un punto de vista técnico parece bastante complicada, más aún teniendo en cuenta los costes que supondría.

Juan José Fernández explica que «las posibilidades de recuperar una explotación minera ya inundada manteniendo las instalaciones y estructuras antiguas son muy complicada». «Habría que estudiar cada pozo, pero en líneas generales, sería necesario reiniciar el bombeo, que podría tardar en hacerse hasta 8 meses dado el nivel de agua existente, todo ello con un coste económico elevadísimo», añade Fernández.

Una vez vaciado el agua, «habrá que comprobar en qué estado se encuentran las infraestructuras del pozo, que va a ser malo y posiblemente irrecuperable, por lo que sería necesario hacer unas nuevas», afirma. Una actuación más rentable para abordar la recuperación de una explotación «es acceder a los yacimientos mediante otra entrada al mismo pozo distinta a la ya inundada», añadió.

Sin embargo, Juan José Fernández se muestra cauto a la hora de abordar una medida de este calado: «Si dejamos el carácter social de la minería a un lado y apartamos cualquier ámbito político, lo cierto es que aunque, nos duela, la minería del carbón en Asturias, como negocio, es poco razonable». «Si España produjera 20 millones de toneladas sí sería rentable y podríamos hablar de una reserva estratégica, pero con los costes que supone el mineral nacional, es muy difícil de justificar su continuidad», aseveró el Decano-presidente del Colegio de Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España.