"Inquietud" entre los vecinos del entorno de la estación de Pola de Lena tras descarrilar un tren en la nueva vía

Durante los últimos 17 años ningún otro concejo asturiano ha sentido tan de cerca el lento avance de la obra para la llegada a Asturias de la alta velocidad ferroviaria. Lena está surcada por una cicatriz que avanza por el valle del Huerna hasta la Pola. La última actuación en el concejo ha sido la adecuación de la playa de vías de la estación de Pola de Lena, para adaptar el trazado a la cada vez más próxima llegada del AVE a la región. El descarrilamiento en este punto concreto, la madrugada del jueves, de un tren de tres tolvas cargadas de grava gruesa para la Variante ha llenado de “inquietud” a los vecinos: “El nuevo nudo que han habilitado no nos genera ninguna seguridad y esperamos que se corrijan las deficiencias que se ven a simple vista”, señalan los residentes en el barrio de La Crespa, situado justo enfrente de la estación. 

Durante toda la jornada del jueves los operarios del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) desplazados a la Pola para evaluar el alcance del accidente, que se saldó sin heridos, se contaron por decenas. Al otro lado de las vías, los vecinos han seguido las labores con interés y recelo: “Desde que hicieron la obra para colocar la nueva vía y sustituir las antiguas se veía que algo tenía que pasar”, explica Juan Andrés Fernández. Este lenense lleva más de treinta años viendo pasar los trenes desde la ventana de su casa. No es un técnico, pero tiene experiencia como observador: “Nunca ha pasado nada y ahora se ven cosas peligrosas. Hace unos días un mercancías se saltó el desvió y a punto estuvo también de armar una”, afirma.

Los vecinos perciben que la obra en la playa de vías de la estación de Pola de Lena aún debe ajustarse. No son capaces de concretar dónde están las deficiencias, pero la intuición les manda avisos: “No sabemos si es un problema con los cambiadores, pero lo cierto que el descarrilamiento se veía venir”. Con todo, también hay residentes optimistas: “Lo bueno que tiene este tramo es que los trenes pasan despacio. Además, de pasar algo, que pase durante el periodo de pruebas”. Aunque no falta quien solo ve “una chapuza”, muchos otros optar por dar un voto de confianza al Adif: “Se ve que los técnicos están haciendo muchas mediciones desde hace semanas y seguro que al final todo ofrecerá garantías de seguridad. Al menos así debería ser”. 

La actuación que se ha realizado en la red ferroviaria de Pola de Lena cuenta con un presupuesto cercano a los 4 millones de euros y se centra exclusivamente en la renovación y adecuación de andenes y vías. En teoría, según los compromisos adquiridos el pasado año por las administraciones regional y central, a las mejoras en marcha se sumaría la construcción de la nueva estación de tren. La actuación se enmarca en el contexto de la inminente llegada a Asturias del AVE, prevista para inicios del año que viene.

Desvíos dañados

Más allá de la inquietud vecinal, el descarrilamiento del tren de obra ha dañado los desvíos 10 y 12 del trazado. Al quedar intacta la vía dos, el tráfico de cercanías se canalizó por ella, reduciendo la incidencia sobre el servicio a retrasos de diez minutos de media, según ha explicado el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Pese a la inquietud vecinal la infraestructura es lo único que se ha resentido, ya que el accidente se salvó sin ningún tipo de daño personal. Desde el Ayuntamiento se evita hacer juicios precipitados: «Se nos ha dicho que la vía aún está en pruebas y confiamos en que las anomalías se subsanen de una manera eficaz», apuntaron los portavoces del gobierno local. 

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